RECIDE Revista Científica del Centro de Investigación y Desarrollo
ISSN en línea: 3005-5865, Volumen IV – Año 2024 – Pág. 75
recide.utic@gmail.com - Fernando de la Mora, Paraguay.
expresaban fumar un 18.7 %. De igual manera el consumo de alcohol es menor en la población
femenina de nuestro país (Gómez González, 2018).
Fabres (2021) presenta que la recomendación de horas de sueño según el National Sleep
Foundation para el adulto joven es de 9 a 7 horas diarias. Con respecto a lo registrado en la
plataforma SIKU®, los participantes del estudio en su mayoría sugieren dormir entre 8 a 4
horas, dejando un rango en el que pudo haber muy poco descanso acercándose al mínimo de
4 horas. Un mal dormir exacerba la posibilidad de un amplio rango de patologías como:
diabetes mellitus tipo 2 y síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares,
enfermedades psiquiátricas y cáncer, además, de reprimir en gran medida el sistema inmune.
A pesar de que un gran porcentaje de los participantes realiza actividad física con regularidad,
no podemos perder de vista al 37.3 % que nunca realiza. Según las últimas recomendaciones
de actividad física para la salud, respaldadas por la OMS, el Colegio Americano de Medicina
Deportiva (ACSM) y la Asociación Americana del Corazón, se enfatiza en la realización de
ejercicio físico durante al menos 30 minutos al día, cinco días a la semana10, logro que es
bastante difícil de adaptar en algunos estilos de vida actuales bastante ajetreados, por lo
tanto, se plantea una actividad moderada dividida por bloques de 10 a 15 minutos a lo largo
del día en actividades tales como, subir las gradas en vez de utilizar ascensor, dejar el carro
lejos del destino para caminar a este, hacer el quehacer de la casa, estar de pie mientras se
reciben llamadas, entre otras. Esto puede ser suficiente para aportar beneficios a la salud,
prevenir, tratar y controlar enfermedades no transmisibles (Sandra, 2012).
Según Pérez-López (2022) en Latinoamérica el consumo de azúcar duplica la cantidad diaria
recomendada según la OMS, que es de 50 gramos para una dieta de 2000 calorías en el caso
de un adulto. Costa Rica específicamente, se encuentra entre los 5 países de esta región con
más consumo de azúcar, seguido de Colombia, Perú y Venezuela y superado por Argentina.
La población participante en esta investigación refleja esta problemática, ya que más de la
mitad consume azúcar con regularidad. Además, cabe recalcar, que en este caso solo se mide
si utilizan azúcar de mesa, no la cantidad, ni la proveniente de los alimentos ultra procesados
que la pueden contener.
Al igual que el caso del azúcar, en nuestro país se estima un consumo duplicado de la ingesta
recomendada de sal, la cual la cual según la OMS ronda los 5 gramos; y al 2021 se consumían
en promedio 11.3 gramos por persona al día. Hábitos como el de agregarle sal a las comidas
ya preparadas o a frutas, como piña o naranja, además, del consumo de alimentos ultra
procesados, son los principales factores para el desarrollo de enfermedades relacionadas
con el alto consumo de sodio (Gómez-Salas, 2019). En el caso de los participantes, la minoría
son las que tienen estas prácticas con respecto a la sal de mesa, pero de igual manera se
presenta el dilema de no poder identificar cuánta cantidad se utiliza para cocinar, ni la que
viene proveniente de sazonadores o ingesta de ultra procesados durante el día.
CONCLUSIONES
En cuanto al nivel sociodemográfico, la población que acude a la Clínica de Nutrición
en su mayoría es de sexo femenino y residen en diferentes provincias del Gran Área
Metropolitana (GAM) de nuestro país. También tienen diferentes profesiones, pero en su
mayoría son amas de casa o estudiantes universitarios. Además, una gran parte de la
población presenta grados académicos en su mayoría de bachiller y secundaria completa en
edades categorizadas como adultos jóvenes o en adultez media.