Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1451
https://doi.org/10.69639/arandu.v12i4.1756
Factores laborales y académicos asociados al síndrome de
Burnout en posgradistas de Enfermería Familiar y
Comunitaria
Work and academic factors associated with burnout syndrome in Family and
Community Nursing graduate students
Mariela Lizeth Ortiz Vega
mariela20liz94@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4928-0627
Universidad Técnica de Ambato
Ecuador-Ambato
Artículo recibido: 18 octubre 2025 -Aceptado para publicación: 28 noviembre 2025
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar.
RESUMEN
El síndrome de Burnout representa una respuesta al estrés crónico que afecta la salud mental y el
rendimiento profesional del personal de enfermería. Este estudio tuvo como objetivo analizar los
factores laborales y académicos asociados al síndrome de Burnout en estudiantes posgradistas de
Enfermería Familiar y Comunitaria. Se aplicó un enfoque cuantitativo, no experimental y
correlacional, con diseño transversal y de campo. La recolección de datos se realizó mediante el
instrumento Maslach Burnout Inventory (MBI), que evalúa tres dimensiones: agotamiento
emocional, despersonalización y realización personal. El análisis estadístico se efectuó con el
software SPSS, empleando estadística descriptiva y pruebas de chi-cuadrado para identificar
relaciones entre las variables. Los resultados evidenciaron que la mayoría de los participantes
presenta un nivel medio de Burnout, caracterizado por agotamiento emocional y
despersonalización moderada, junto con una alta realización personal que actúa como factor
protector. Se observó que la doble carga laboral y académica incrementa el riesgo de fatiga y
frustración, especialmente en profesionales con mayor número de responsabilidades. Asimismo,
la relación significativa entre frustración y fatiga refleja la influencia de la insatisfacción y la falta
de reconocimiento en el desgaste psicológico. Se concluye que el Burnout en los posgradistas
constituye un fenómeno multifactorial que requiere atención institucional. La implementación de
estrategias de acompañamiento psicológico, flexibilidad académica y promoción del autocuidado
puede contribuir a reducir los niveles de estrés y mejorar el bienestar integral de los futuros
especialistas en enfermería comunitaria.
Palabras clave: síndrome de agotamiento, enfermería, factores relacionados con el
trabajo, estrés académico, bienestar professional
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1452
ABSTRACT
Burnout syndrome represents a chronic stress response that affects the mental health and
professional performance of nursing staff. This study aimed to analyze the work-related and
academic factors associated with burnout syndrome in graduate students of Family and
Community Nursing. A quantitative, non-experimental, correlational approach was applied, with
a cross-sectional field design. Data collection was conducted using the Maslach Burnout
Inventory (MBI), which assesses three dimensions: emotional exhaustion, depersonalization, and
personal accomplishment. Statistical analysis was performed using SPSS software, employing
descriptive statistics and chi-square tests to identify relationships between variables. The results
showed that most participants had a medium level of burnout, characterized by emotional
exhaustion and moderate depersonalization, along with high personal accomplishment, which acts
as a protective factor. It was observed that a double workload and academic workload increases
the risk of fatigue and frustration, especially in professionals with a greater number of
responsibilities. Likewise, the significant relationship between frustration and fatigue reflects the
influence of dissatisfaction and lack of recognition on psychological exhaustion. It is concluded
that burnout in graduate students is a multifactorial phenomenon that requires institutional
attention. The implementation of psychological support strategies, academic flexibility, and self-
care promotion can contribute to reducing stress levels and improving the overall well-being of
future community nursing specialists.
Keywords: burnout syndrome, nursing, work-related factors, academic stress,
professional well-being
Todo el contenido de la Revista Científica Internacional Arandu UTIC publicado en este sitio está disponible bajo
licencia Creative Commons Atribution 4.0 International.
ABSTRACT
Burnout syndrome represents a chronic stress response that affects the mental health and
professional performance of nursing staff. This study aimed to analyze the work-related and
academic factors associated with burnout syndrome in graduate students of Family and
Community Nursing. A quantitative, non-experimental, correlational approach was applied, with
a cross-sectional field design. Data collection was conducted using the Maslach Burnout
Inventory (MBI), which assesses three dimensions: emotional exhaustion, depersonalization, and
personal accomplishment. Statistical analysis was performed using SPSS software, employing
descriptive statistics and chi-square tests to identify relationships between variables. The results
showed that most participants had a medium level of burnout, characterized by emotional
exhaustion and moderate depersonalization, along with high personal accomplishment, which acts
as a protective factor. It was observed that a double workload and academic workload increases
the risk of fatigue and frustration, especially in professionals with a greater number of
responsibilities. Likewise, the significant relationship between frustration and fatigue reflects the
influence of dissatisfaction and lack of recognition on psychological exhaustion. It is concluded
that burnout in graduate students is a multifactorial phenomenon that requires institutional
attention. The implementation of psychological support strategies, academic flexibility, and self-
care promotion can contribute to reducing stress levels and improving the overall well-being of
future community nursing specialists.
Keywords: burnout syndrome, nursing, work-related factors, academic stress,
professional well-being
Todo el contenido de la Revista Científica Internacional Arandu UTIC publicado en este sitio está disponible bajo
licencia Creative Commons Atribution 4.0 International.
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1453
INTRODUCCIÓN
El síndrome de Burnout, introducido por Freudenberger en 1974, se define como un
estado de agotamiento emocional y desmotivación asociado a la falta de reconocimiento y
recompensa en el ámbito laboral (Ávila y Elizabeth, 2022). Su conceptualización científica fue
consolidada por Maslach y Jackson en 1981, quienes lo describieron como una respuesta al estrés
crónico caracterizada por tres dimensiones: agotamiento emocional, despersonalización y
disminución de la realización personal. Este síndrome representa un problema significativo en el
personal de enfermería, especialmente en entornos de alta exigencia como hospitales y unidades
de atención primaria (Rea et al., 2023). No obstante, la incidencia y características del Burnout
en enfermeros que cursan estudios de posgrado en el primer nivel de atención han sido poco
exploradas, a pesar de la doble carga que enfrentan entre responsabilidades asistenciales y
académicas (Quintana et al., 2024). La presente investigación se propone analizar la prevalencia,
factores de riesgo y estrategias de prevención del Burnout en este grupo específico, con el objetivo
de contribuir al bienestar psicológico de los profesionales en formación y, en consecuencia, a la
calidad de la atención sanitaria (Cano et al., 2023).
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente estudio adopta un enfoque cuantitativo, no experimental y correlacional, con
diseño transversal y de campo, orientado a analizar la relación entre factores laborales y
académicos y los niveles de síndrome de Burnout en estudiantes posgradistas de Enfermería
Familiar y Comunitaria (Lema y Reinoso, 2023). La población está constituida por profesionales
de enfermería de un programa de especialización, y la recolección de datos se realizará mediante
el Maslach Burnout Inventory (MBI), instrumento validado internacionalmente que mide las
dimensiones de agotamiento emocional, despersonalización y realización personal (Moncada et
al., 2021). El análisis estadístico se llevará a cabo con el software SPSS, utilizando estadística
descriptiva para identificar patrones y relaciones entre variables, lo que permitirá obtener una
visión precisa y objetiva del fenómeno y fundamentar recomendaciones basadas en evidencia.
Este método garantiza una evaluación rigurosa del Burnout en un contexto académico y laboral
específico, contribuyendo al conocimiento teórico y práctico sobre el bienestar de los enfermeros
en formación.
Evaluación de las dimensiones del síndrome de Burnout
Para la evaluación del síndrome de Burnout se aplicó el instrumento Maslach Burnout
Inventory (MBI), diseñado para medir el grado de agotamiento físico, mental y emocional
asociado a las actividades laborales y académicas (Carvajal y Hermosilla, 2021). Este cuestionario
permite identificar el nivel de estrés crónico a partir de tres dimensiones principales: cansancio
emocional, despersonalización y realización personal (Torres et al., 2021).
INTRODUCCIÓN
El síndrome de Burnout, introducido por Freudenberger en 1974, se define como un
estado de agotamiento emocional y desmotivación asociado a la falta de reconocimiento y
recompensa en el ámbito laboral (Ávila y Elizabeth, 2022). Su conceptualización científica fue
consolidada por Maslach y Jackson en 1981, quienes lo describieron como una respuesta al estrés
crónico caracterizada por tres dimensiones: agotamiento emocional, despersonalización y
disminución de la realización personal. Este síndrome representa un problema significativo en el
personal de enfermería, especialmente en entornos de alta exigencia como hospitales y unidades
de atención primaria (Rea et al., 2023). No obstante, la incidencia y características del Burnout
en enfermeros que cursan estudios de posgrado en el primer nivel de atención han sido poco
exploradas, a pesar de la doble carga que enfrentan entre responsabilidades asistenciales y
académicas (Quintana et al., 2024). La presente investigación se propone analizar la prevalencia,
factores de riesgo y estrategias de prevención del Burnout en este grupo específico, con el objetivo
de contribuir al bienestar psicológico de los profesionales en formación y, en consecuencia, a la
calidad de la atención sanitaria (Cano et al., 2023).
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente estudio adopta un enfoque cuantitativo, no experimental y correlacional, con
diseño transversal y de campo, orientado a analizar la relación entre factores laborales y
académicos y los niveles de síndrome de Burnout en estudiantes posgradistas de Enfermería
Familiar y Comunitaria (Lema y Reinoso, 2023). La población está constituida por profesionales
de enfermería de un programa de especialización, y la recolección de datos se realizará mediante
el Maslach Burnout Inventory (MBI), instrumento validado internacionalmente que mide las
dimensiones de agotamiento emocional, despersonalización y realización personal (Moncada et
al., 2021). El análisis estadístico se llevará a cabo con el software SPSS, utilizando estadística
descriptiva para identificar patrones y relaciones entre variables, lo que permitirá obtener una
visión precisa y objetiva del fenómeno y fundamentar recomendaciones basadas en evidencia.
Este método garantiza una evaluación rigurosa del Burnout en un contexto académico y laboral
específico, contribuyendo al conocimiento teórico y práctico sobre el bienestar de los enfermeros
en formación.
Evaluación de las dimensiones del síndrome de Burnout
Para la evaluación del síndrome de Burnout se aplicó el instrumento Maslach Burnout
Inventory (MBI), diseñado para medir el grado de agotamiento físico, mental y emocional
asociado a las actividades laborales y académicas (Carvajal y Hermosilla, 2021). Este cuestionario
permite identificar el nivel de estrés crónico a partir de tres dimensiones principales: cansancio
emocional, despersonalización y realización personal (Torres et al., 2021).
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Cada una de estas dimensiones se conformó a partir de una sumatoria total de ítems
específicos del cuestionario, que reflejan la percepción del participante frente a diferentes
aspectos de su desempeño y bienestar.
• Cansancio emocional: integrada por los ítems 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16 y 20, valora la
sensación de agotamiento y saturación derivada de las demandas laborales y académicas.
Un puntaje mayor a 26 indica un nivel alto de desgaste emocional.
• Despersonalización: formada por los ítems 5, 10, 11, 15 y 22, mide la actitud de
distanciamiento o indiferencia hacia los pacientes o compañeros. Un puntaje superior a 9
se asocia a un nivel elevado de despersonalización.
• Realización personal: compuesta por los ítems 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y 21, evalúa el
sentido de eficacia y logro en el trabajo y los estudios. En esta subescala, valores menores
a 34 reflejan una baja realización personal, lo que contribuye al desarrollo del Burnout.
Los valores de referencia utilizados para interpretar los resultados se agrupan en tres
rangos, bajo, medio y alto. Para el cansancio emocional, se consideraron niveles bajos entre 0 y
18 puntos, medios entre 19 y 26, y altos entre 27 y 54 (Zapata y Riera, 2024). En
despersonalización, se establecieron niveles bajos entre 0 y 5 puntos, medios de 6 a 9 y altos de
10 a 30. En la realización personal, las puntuaciones bajas correspondieron a valores entre 0 y 33,
medias entre 34 y 39, y altas entre 40 y 56 (Cantos, 2019).
De acuerdo con la interpretación del instrumento, las altas puntuaciones en las
dimensiones de cansancio emocional y despersonalización, combinadas con bajas puntuaciones
en realización personal, determinan la presencia del síndrome de Burnout (Aguilar, 2013). Este
análisis permitió identificar los niveles de estrés y las posibles áreas de riesgo entre los
posgradistas de Enfermería Familiar y Comunitaria, proporcionando una base objetiva para el
análisis de los resultados y la formulación de estrategias de prevención y bienestar profesional
(Orduz y Pineda, 2019).
Cada una de estas dimensiones se conformó a partir de una sumatoria total de ítems
específicos del cuestionario, que reflejan la percepción del participante frente a diferentes
aspectos de su desempeño y bienestar.
• Cansancio emocional: integrada por los ítems 1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16 y 20, valora la
sensación de agotamiento y saturación derivada de las demandas laborales y académicas.
Un puntaje mayor a 26 indica un nivel alto de desgaste emocional.
• Despersonalización: formada por los ítems 5, 10, 11, 15 y 22, mide la actitud de
distanciamiento o indiferencia hacia los pacientes o compañeros. Un puntaje superior a 9
se asocia a un nivel elevado de despersonalización.
• Realización personal: compuesta por los ítems 4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y 21, evalúa el
sentido de eficacia y logro en el trabajo y los estudios. En esta subescala, valores menores
a 34 reflejan una baja realización personal, lo que contribuye al desarrollo del Burnout.
Los valores de referencia utilizados para interpretar los resultados se agrupan en tres
rangos, bajo, medio y alto. Para el cansancio emocional, se consideraron niveles bajos entre 0 y
18 puntos, medios entre 19 y 26, y altos entre 27 y 54 (Zapata y Riera, 2024). En
despersonalización, se establecieron niveles bajos entre 0 y 5 puntos, medios de 6 a 9 y altos de
10 a 30. En la realización personal, las puntuaciones bajas correspondieron a valores entre 0 y 33,
medias entre 34 y 39, y altas entre 40 y 56 (Cantos, 2019).
De acuerdo con la interpretación del instrumento, las altas puntuaciones en las
dimensiones de cansancio emocional y despersonalización, combinadas con bajas puntuaciones
en realización personal, determinan la presencia del síndrome de Burnout (Aguilar, 2013). Este
análisis permitió identificar los niveles de estrés y las posibles áreas de riesgo entre los
posgradistas de Enfermería Familiar y Comunitaria, proporcionando una base objetiva para el
análisis de los resultados y la formulación de estrategias de prevención y bienestar profesional
(Orduz y Pineda, 2019).
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1455
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Características sociodemográficas y laborales
Figura 1
Histogramas respecto a la características sociodemográficas y laborales
La muestra del estudio estuvo conformada principalmente por mujeres, lo que confirma
la tendencia histórica de feminización de la profesión de enfermería, tanto en los niveles de
pregrado como de posgrado. Esta predominancia femenina refleja el rol social y cultural que
tradicionalmente se ha asignado al cuidado de la salud, y destaca la participación activa de las
mujeres en los procesos de formación y especialización dentro del área asistencial y comunitaria
(Lomas et al., 2022).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Características sociodemográficas y laborales
Figura 1
Histogramas respecto a la características sociodemográficas y laborales
La muestra del estudio estuvo conformada principalmente por mujeres, lo que confirma
la tendencia histórica de feminización de la profesión de enfermería, tanto en los niveles de
pregrado como de posgrado. Esta predominancia femenina refleja el rol social y cultural que
tradicionalmente se ha asignado al cuidado de la salud, y destaca la participación activa de las
mujeres en los procesos de formación y especialización dentro del área asistencial y comunitaria
(Lomas et al., 2022).
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1456
En relación con la edad, se observó un predominio del grupo joven adulto,
correspondiente a profesionales que se encuentran en una etapa de consolidación laboral y
desarrollo académico. Este grupo etario tiende a enfrentar una mayor carga de responsabilidades,
pues además de trabajar activamente en instituciones de salud, asumen compromisos académicos
que demandan tiempo, concentración y esfuerzo mental.
La mayoría de los participantes se encuentran casados o en unión libre, y presentan un
número reducido de hijos. Este contexto familiar puede influir directamente en el equilibrio entre
la vida personal, laboral y académica, ya que las demandas de tiempo y energía se distribuyen
entre múltiples ámbitos. Aquellos con hijos pequeños o responsabilidades familiares adicionales
podrían experimentar una mayor presión emocional, lo que a su vez podría incrementar los niveles
de estrés o fatiga.
En cuanto a la experiencia laboral, se identificó una mayor concentración de profesionales
con entre cinco y diez años de ejercicio en el área de enfermería. Este grupo representa una etapa
intermedia de la trayectoria profesional, caracterizada por la consolidación de competencias
técnicas y la asunción de mayores responsabilidades en el ámbito asistencial. No obstante, esta
misma experiencia puede exponerlos a mayor riesgo de desgaste emocional, especialmente
cuando deben cumplir turnos prolongados, responder a las demandas del entorno hospitalario y,
al mismo tiempo, mantener un rendimiento académico adecuado en el posgrado.
Niveles del síndrome de Burnout
Figura 2
Histogramas respecto al agotamiento emocional
Agotamiento emocional
Los resultados obtenidos a través del Maslach Burnout Inventory muestran la presencia
de niveles moderados a altos de agotamiento emocional entre los estudiantes posgradistas de
Enfermería Familiar y Comunitaria. Este componente, considerado la dimensión central del
síndrome de Burnout, refleja el estado de fatiga mental, desgaste psicológico y pérdida progresiva
En relación con la edad, se observó un predominio del grupo joven adulto,
correspondiente a profesionales que se encuentran en una etapa de consolidación laboral y
desarrollo académico. Este grupo etario tiende a enfrentar una mayor carga de responsabilidades,
pues además de trabajar activamente en instituciones de salud, asumen compromisos académicos
que demandan tiempo, concentración y esfuerzo mental.
La mayoría de los participantes se encuentran casados o en unión libre, y presentan un
número reducido de hijos. Este contexto familiar puede influir directamente en el equilibrio entre
la vida personal, laboral y académica, ya que las demandas de tiempo y energía se distribuyen
entre múltiples ámbitos. Aquellos con hijos pequeños o responsabilidades familiares adicionales
podrían experimentar una mayor presión emocional, lo que a su vez podría incrementar los niveles
de estrés o fatiga.
En cuanto a la experiencia laboral, se identificó una mayor concentración de profesionales
con entre cinco y diez años de ejercicio en el área de enfermería. Este grupo representa una etapa
intermedia de la trayectoria profesional, caracterizada por la consolidación de competencias
técnicas y la asunción de mayores responsabilidades en el ámbito asistencial. No obstante, esta
misma experiencia puede exponerlos a mayor riesgo de desgaste emocional, especialmente
cuando deben cumplir turnos prolongados, responder a las demandas del entorno hospitalario y,
al mismo tiempo, mantener un rendimiento académico adecuado en el posgrado.
Niveles del síndrome de Burnout
Figura 2
Histogramas respecto al agotamiento emocional
Agotamiento emocional
Los resultados obtenidos a través del Maslach Burnout Inventory muestran la presencia
de niveles moderados a altos de agotamiento emocional entre los estudiantes posgradistas de
Enfermería Familiar y Comunitaria. Este componente, considerado la dimensión central del
síndrome de Burnout, refleja el estado de fatiga mental, desgaste psicológico y pérdida progresiva
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1457
de energía que experimentan los profesionales cuando enfrentan demandas constantes sin
períodos suficientes de recuperación.
El agotamiento emocional se asocia directamente con la sobrecarga laboral y académica
que caracteriza la vida del posgradista en enfermería. La combinación de jornadas laborales
prolongadas, atención continua a pacientes y exigencias propias del entorno hospitalario, junto
con las responsabilidades académicas, crea un entorno de presión sostenida. Este escenario puede
generar una sensación de saturación, pérdida de motivación y dificultad para mantener la
concentración, afectando tanto el rendimiento académico como el desempeño asistencial.
Asimismo, la coexistencia de turnos rotativos, prácticas clínicas y actividades
investigativas impide un adecuado descanso físico y emocional, lo que conduce a una
acumulación progresiva de estrés crónico. Dicho estrés, al no ser manejado de manera efectiva,
puede derivar en síntomas como irritabilidad, insomnio, sensación de ineficacia y una
disminución en la empatía hacia los pacientes o compañeros de trabajo.
Este nivel de agotamiento indica la necesidad de fortalecer estrategias institucionales que
promuevan el bienestar emocional y la gestión del estrés en los programas de posgrado. Acciones
como la tutoría académica personalizada, talleres de autocuidado, pausas activas y espacios de
contención emocional podrían contribuir a reducir los efectos del desgaste, mejorar la calidad de
vida de los estudiantes y prevenir la evolución hacia etapas más severas del síndrome de Burnout.
Figura 3
Histogramas respecto a la despersonalización
Despersonalización
En la dimensión de despersonalización se observaron niveles medios, lo que indica que
una parte de los estudiantes comienza a manifestar actitudes de distanciamiento emocional o cierta
frialdad en la interacción con los pacientes y con su entorno laboral. Este comportamiento suele
surgir de manera inconsciente como una respuesta adaptativa ante la sobrecarga emocional y la
exposición continua a situaciones de alta exigencia. Cuando el profesional siente que no puede
manejar adecuadamente la presión, tiende a protegerse emocionalmente reduciendo la
implicación afectiva, lo que puede derivar en una atención más mecanizada y menos empática.
Este resultado refleja que los estudiantes, aunque experimentan signos de desgaste, aún
conservan en gran medida su capacidad de empatía y compromiso humano, lo cual puede
atribuirse a la orientación formativa del programa de Enfermería Familiar y Comunitaria. Dicho
de energía que experimentan los profesionales cuando enfrentan demandas constantes sin
períodos suficientes de recuperación.
El agotamiento emocional se asocia directamente con la sobrecarga laboral y académica
que caracteriza la vida del posgradista en enfermería. La combinación de jornadas laborales
prolongadas, atención continua a pacientes y exigencias propias del entorno hospitalario, junto
con las responsabilidades académicas, crea un entorno de presión sostenida. Este escenario puede
generar una sensación de saturación, pérdida de motivación y dificultad para mantener la
concentración, afectando tanto el rendimiento académico como el desempeño asistencial.
Asimismo, la coexistencia de turnos rotativos, prácticas clínicas y actividades
investigativas impide un adecuado descanso físico y emocional, lo que conduce a una
acumulación progresiva de estrés crónico. Dicho estrés, al no ser manejado de manera efectiva,
puede derivar en síntomas como irritabilidad, insomnio, sensación de ineficacia y una
disminución en la empatía hacia los pacientes o compañeros de trabajo.
Este nivel de agotamiento indica la necesidad de fortalecer estrategias institucionales que
promuevan el bienestar emocional y la gestión del estrés en los programas de posgrado. Acciones
como la tutoría académica personalizada, talleres de autocuidado, pausas activas y espacios de
contención emocional podrían contribuir a reducir los efectos del desgaste, mejorar la calidad de
vida de los estudiantes y prevenir la evolución hacia etapas más severas del síndrome de Burnout.
Figura 3
Histogramas respecto a la despersonalización
Despersonalización
En la dimensión de despersonalización se observaron niveles medios, lo que indica que
una parte de los estudiantes comienza a manifestar actitudes de distanciamiento emocional o cierta
frialdad en la interacción con los pacientes y con su entorno laboral. Este comportamiento suele
surgir de manera inconsciente como una respuesta adaptativa ante la sobrecarga emocional y la
exposición continua a situaciones de alta exigencia. Cuando el profesional siente que no puede
manejar adecuadamente la presión, tiende a protegerse emocionalmente reduciendo la
implicación afectiva, lo que puede derivar en una atención más mecanizada y menos empática.
Este resultado refleja que los estudiantes, aunque experimentan signos de desgaste, aún
conservan en gran medida su capacidad de empatía y compromiso humano, lo cual puede
atribuirse a la orientación formativa del programa de Enfermería Familiar y Comunitaria. Dicho
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1458
programa promueve valores como el respeto, la sensibilidad ante las necesidades del paciente y
la comunicación efectiva, factores que actúan como barreras protectoras frente al desarrollo
avanzado del Burnout.
Sin embargo, los niveles medios de despersonalización advierten que existe un riesgo
latente de deterioro en la calidad de las relaciones interpersonales si no se implementan estrategias
preventivas adecuadas. Si el estrés laboral y académico persiste, estas actitudes defensivas pueden
intensificarse, generando indiferencia, cinismo o desapego emocional, lo que impactaría
negativamente en la atención sanitaria y en la satisfacción profesional del estudiante.
Por lo tanto, se considera fundamental que las instituciones educativas y los espacios
clínicos promuevan el autoconocimiento emocional, la inteligencia relacional y la gestión del
estrés interpersonal, a través de tutorías, asesorías psicológicas o talleres de habilidades
socioemocionales. De este modo, se podría fortalecer la resiliencia de los futuros especialistas,
asegurando una atención más humana y empática en el ejercicio profesional.
Figura 4
Histogramas respecto a la realización personal
Realización personal
Los resultados obtenidos evidencian que los niveles de realización personal fueron
predominantemente altos entre los estudiantes posgradistas de Enfermería Familiar y
Comunitaria. Este hallazgo refleja que la mayoría de los participantes experimenta un sentimiento
de satisfacción, orgullo y cumplimiento de metas tanto en el ámbito académico como en el
profesional. La realización personal se relaciona con la percepción de eficacia, competencia y
sentido de logro, aspectos que fortalecen la motivación intrínseca y la permanencia en la carrera
de enfermería.
Esta dimensión representa un factor protector frente al síndrome de Burnout, ya que
cuando los profesionales perciben que su trabajo tiene un propósito claro y que sus esfuerzos
contribuyen de manera significativa al bienestar de los demás, se reduce la probabilidad de
experimentar agotamiento emocional o despersonalización. La autopercepción de éxito, el
programa promueve valores como el respeto, la sensibilidad ante las necesidades del paciente y
la comunicación efectiva, factores que actúan como barreras protectoras frente al desarrollo
avanzado del Burnout.
Sin embargo, los niveles medios de despersonalización advierten que existe un riesgo
latente de deterioro en la calidad de las relaciones interpersonales si no se implementan estrategias
preventivas adecuadas. Si el estrés laboral y académico persiste, estas actitudes defensivas pueden
intensificarse, generando indiferencia, cinismo o desapego emocional, lo que impactaría
negativamente en la atención sanitaria y en la satisfacción profesional del estudiante.
Por lo tanto, se considera fundamental que las instituciones educativas y los espacios
clínicos promuevan el autoconocimiento emocional, la inteligencia relacional y la gestión del
estrés interpersonal, a través de tutorías, asesorías psicológicas o talleres de habilidades
socioemocionales. De este modo, se podría fortalecer la resiliencia de los futuros especialistas,
asegurando una atención más humana y empática en el ejercicio profesional.
Figura 4
Histogramas respecto a la realización personal
Realización personal
Los resultados obtenidos evidencian que los niveles de realización personal fueron
predominantemente altos entre los estudiantes posgradistas de Enfermería Familiar y
Comunitaria. Este hallazgo refleja que la mayoría de los participantes experimenta un sentimiento
de satisfacción, orgullo y cumplimiento de metas tanto en el ámbito académico como en el
profesional. La realización personal se relaciona con la percepción de eficacia, competencia y
sentido de logro, aspectos que fortalecen la motivación intrínseca y la permanencia en la carrera
de enfermería.
Esta dimensión representa un factor protector frente al síndrome de Burnout, ya que
cuando los profesionales perciben que su trabajo tiene un propósito claro y que sus esfuerzos
contribuyen de manera significativa al bienestar de los demás, se reduce la probabilidad de
experimentar agotamiento emocional o despersonalización. La autopercepción de éxito, el
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1459
reconocimiento institucional y la valoración por parte de los pacientes y compañeros refuerzan la
autoestima profesional y la vocación de servicio.
No obstante, también es importante destacar que una alta autoexigencia y la constante
búsqueda de excelencia pueden, en algunos casos, convertirse en una fuente de presión adicional.
Muchos posgradistas asumen múltiples responsabilidades —laborales, académicas y familiares—
que los llevan a sobrecargarse, intentando cumplir con estándares elevados de rendimiento. Si
este esfuerzo no se acompaña de un adecuado apoyo institucional y emocional, podría
transformarse en frustración, ansiedad o fatiga prolongada, afectando la salud mental y el
equilibrio personal.
Por ello, se recomienda que los programas de posgrado fomenten una cultura de
reconocimiento, motivación y equilibrio, que valore tanto el logro académico como el bienestar
integral del estudiante. Estrategias como el acompañamiento docente, la mentoría académica y la
promoción del autocuidado pueden consolidar la satisfacción profesional sin que esta se convierta
en una fuente de estrés. De este modo, la alta realización personal se mantendría como un
elemento positivo y sostenible, fortaleciendo la identidad profesional y la vocación humanista del
futuro especialista en enfermería comunitaria.
Relación entre factores laborales y Burnout
Agotamiento personal y el trato a los pacientes
Tabla 1
Pruebas de Chi cuadrado respecto al agotamiento y el trato con los pacientes
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica (bilateral)
Chi-cuadrado de
Pearson
5,367a 4 .252
Los resultados muestran que no se encontró una relación clara entre las condiciones
laborales y la presencia del síndrome de Burnout. Esto significa que el agotamiento no depende
únicamente de la carga de trabajo o del tiempo de experiencia en el área de enfermería. En muchos
casos, el cansancio y la desmotivación también se relacionan con aspectos personales y
académicos, como la dificultad para equilibrar el estudio con el trabajo, la falta de descanso o el
manejo inadecuado del tiempo.
En este sentido, se puede afirmar que el bienestar del estudiante no solo depende de las
horas trabajadas, sino también de su capacidad para organizar sus responsabilidades y de la
existencia de espacios de apoyo emocional y académico dentro del programa de posgrado. Por lo
tanto, se recomienda promover estrategias de autocuidado, tutorías y acompañamiento
psicológico que ayuden a reducir los niveles de estrés y prevenir el Burnout.
reconocimiento institucional y la valoración por parte de los pacientes y compañeros refuerzan la
autoestima profesional y la vocación de servicio.
No obstante, también es importante destacar que una alta autoexigencia y la constante
búsqueda de excelencia pueden, en algunos casos, convertirse en una fuente de presión adicional.
Muchos posgradistas asumen múltiples responsabilidades —laborales, académicas y familiares—
que los llevan a sobrecargarse, intentando cumplir con estándares elevados de rendimiento. Si
este esfuerzo no se acompaña de un adecuado apoyo institucional y emocional, podría
transformarse en frustración, ansiedad o fatiga prolongada, afectando la salud mental y el
equilibrio personal.
Por ello, se recomienda que los programas de posgrado fomenten una cultura de
reconocimiento, motivación y equilibrio, que valore tanto el logro académico como el bienestar
integral del estudiante. Estrategias como el acompañamiento docente, la mentoría académica y la
promoción del autocuidado pueden consolidar la satisfacción profesional sin que esta se convierta
en una fuente de estrés. De este modo, la alta realización personal se mantendría como un
elemento positivo y sostenible, fortaleciendo la identidad profesional y la vocación humanista del
futuro especialista en enfermería comunitaria.
Relación entre factores laborales y Burnout
Agotamiento personal y el trato a los pacientes
Tabla 1
Pruebas de Chi cuadrado respecto al agotamiento y el trato con los pacientes
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica (bilateral)
Chi-cuadrado de
Pearson
5,367a 4 .252
Los resultados muestran que no se encontró una relación clara entre las condiciones
laborales y la presencia del síndrome de Burnout. Esto significa que el agotamiento no depende
únicamente de la carga de trabajo o del tiempo de experiencia en el área de enfermería. En muchos
casos, el cansancio y la desmotivación también se relacionan con aspectos personales y
académicos, como la dificultad para equilibrar el estudio con el trabajo, la falta de descanso o el
manejo inadecuado del tiempo.
En este sentido, se puede afirmar que el bienestar del estudiante no solo depende de las
horas trabajadas, sino también de su capacidad para organizar sus responsabilidades y de la
existencia de espacios de apoyo emocional y académico dentro del programa de posgrado. Por lo
tanto, se recomienda promover estrategias de autocuidado, tutorías y acompañamiento
psicológico que ayuden a reducir los niveles de estrés y prevenir el Burnout.
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1460
Fatigo y límite de las posibilidades
Tabla 2
Pruebas de Chi cuadrado respecto al fatigo y el límite de posibilidades
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 12,660a 8 ,124
Aunque los resultados no mostraron una relación concluyente, se observó una tendencia
interesante, ya que, los estudiantes que asumen más tareas y responsabilidades tienden a sentirse
más fatigados. Esta situación puede deberse a que muchos profesionales trabajan a tiempo
completo mientras cursan sus estudios de especialización, lo que incrementa la carga física y
mental.
La combinación de turnos prolongados, tareas académicas y responsabilidades personales
puede hacer que los estudiantes lleguen al límite de su resistencia. Incluso si los datos no son
determinantes, esta tendencia sugiere la necesidad de equilibrar las exigencias del trabajo con los
tiempos de descanso y ocio. Los programas de posgrado podrían considerar estrategias de
flexibilidad académica y promoción del bienestar integral, para evitar que la acumulación de
actividades afecte el rendimiento y la salud emocional de los estudiantes.
Frustración y fatiga
Tabla 3
Pruebas de Chi cuadrado respecto a la frustración y fatiga
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica (bilateral)
Chi-cuadrado de
Pearson
20,771a 8 .008
En este caso, los resultados sí demostraron una relación clara entre la frustración y la
fatiga. Esto quiere decir que cuando los estudiantes se sienten desmotivados, con poco
reconocimiento o con la sensación de no cumplir sus metas, también tienden a experimentar un
cansancio físico y emocional más intenso.
La frustración puede surgir por varios motivos: exceso de trabajo, falta de apoyo
institucional, sobrecarga de actividades o dificultades para manejar la presión académica. Este
agotamiento sostenido puede generar pérdida de interés, irritabilidad y bajo rendimiento,
aumentando el riesgo de desarrollar el síndrome de Burnout.
Por ello, es fundamental que las universidades y los centros de salud ofrezcan espacios
de contención emocional, talleres de manejo del estrés y programas de bienestar laboral. Estas
acciones no solo mejoran la salud mental de los estudiantes, sino que también fortalecen su
desempeño profesional y su compromiso con el cuidado humanizado.
Fatigo y límite de las posibilidades
Tabla 2
Pruebas de Chi cuadrado respecto al fatigo y el límite de posibilidades
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 12,660a 8 ,124
Aunque los resultados no mostraron una relación concluyente, se observó una tendencia
interesante, ya que, los estudiantes que asumen más tareas y responsabilidades tienden a sentirse
más fatigados. Esta situación puede deberse a que muchos profesionales trabajan a tiempo
completo mientras cursan sus estudios de especialización, lo que incrementa la carga física y
mental.
La combinación de turnos prolongados, tareas académicas y responsabilidades personales
puede hacer que los estudiantes lleguen al límite de su resistencia. Incluso si los datos no son
determinantes, esta tendencia sugiere la necesidad de equilibrar las exigencias del trabajo con los
tiempos de descanso y ocio. Los programas de posgrado podrían considerar estrategias de
flexibilidad académica y promoción del bienestar integral, para evitar que la acumulación de
actividades afecte el rendimiento y la salud emocional de los estudiantes.
Frustración y fatiga
Tabla 3
Pruebas de Chi cuadrado respecto a la frustración y fatiga
Pruebas de chi-cuadrado
Valor gl Sig. asintótica (bilateral)
Chi-cuadrado de
Pearson
20,771a 8 .008
En este caso, los resultados sí demostraron una relación clara entre la frustración y la
fatiga. Esto quiere decir que cuando los estudiantes se sienten desmotivados, con poco
reconocimiento o con la sensación de no cumplir sus metas, también tienden a experimentar un
cansancio físico y emocional más intenso.
La frustración puede surgir por varios motivos: exceso de trabajo, falta de apoyo
institucional, sobrecarga de actividades o dificultades para manejar la presión académica. Este
agotamiento sostenido puede generar pérdida de interés, irritabilidad y bajo rendimiento,
aumentando el riesgo de desarrollar el síndrome de Burnout.
Por ello, es fundamental que las universidades y los centros de salud ofrezcan espacios
de contención emocional, talleres de manejo del estrés y programas de bienestar laboral. Estas
acciones no solo mejoran la salud mental de los estudiantes, sino que también fortalecen su
desempeño profesional y su compromiso con el cuidado humanizado.
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1461
Interpretación del nivel global del síndrome de Burnout
Tabla 4
Tabla de frecuencia respecto al puntaje total
PUNTAJE_TOTAL
Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
2.00 MEDIO 19 82,6 82,6 82,6
3.00 ALTO 4 17,4 17,4 100,0
Total 23 100,0 100,0
Los resultados generales muestran que la mayoría de los participantes, equivalente al
82,6% de los estudiantes posgradistas, presentan un nivel medio de síndrome de Burnout. Esto
significa que, aunque experimentan cansancio y estrés por las exigencias académicas y laborales,
aún logran mantener un equilibrio que les permite continuar con sus actividades cotidianas sin
llegar a un agotamiento extremo. Sin embargo, este grupo se encuentra en una zona de riesgo, ya
que una acumulación prolongada de trabajo y responsabilidades podría elevar su nivel de
agotamiento emocional y desmotivación.
Por otro lado, el 17,4% de los encuestados presenta un nivel alto de Burnout, lo que indica
la existencia de un grupo reducido con signos evidentes de fatiga emocional, despersonalización
y baja realización personal. Este grupo puede estar experimentando dificultades para
concentrarse, pérdida de interés en las tareas académicas y sensación de falta de energía. La
coexistencia de ambos niveles (medio y alto) sugiere que el estrés crónico está presente de manera
significativa entre los posgradistas, lo que puede afectar su bienestar físico, emocional y su
desempeño profesional.
Figura 5
Histogramas respecto al puntaje total
El histograma refleja de forma visual esta tendencia, mostrando una mayor concentración
de estudiantes en el nivel medio, con una menor cantidad en el nivel alto. Esta distribución indica
Interpretación del nivel global del síndrome de Burnout
Tabla 4
Tabla de frecuencia respecto al puntaje total
PUNTAJE_TOTAL
Frecuencia Porcentaje Porcentaje
válido
Porcentaje
acumulado
2.00 MEDIO 19 82,6 82,6 82,6
3.00 ALTO 4 17,4 17,4 100,0
Total 23 100,0 100,0
Los resultados generales muestran que la mayoría de los participantes, equivalente al
82,6% de los estudiantes posgradistas, presentan un nivel medio de síndrome de Burnout. Esto
significa que, aunque experimentan cansancio y estrés por las exigencias académicas y laborales,
aún logran mantener un equilibrio que les permite continuar con sus actividades cotidianas sin
llegar a un agotamiento extremo. Sin embargo, este grupo se encuentra en una zona de riesgo, ya
que una acumulación prolongada de trabajo y responsabilidades podría elevar su nivel de
agotamiento emocional y desmotivación.
Por otro lado, el 17,4% de los encuestados presenta un nivel alto de Burnout, lo que indica
la existencia de un grupo reducido con signos evidentes de fatiga emocional, despersonalización
y baja realización personal. Este grupo puede estar experimentando dificultades para
concentrarse, pérdida de interés en las tareas académicas y sensación de falta de energía. La
coexistencia de ambos niveles (medio y alto) sugiere que el estrés crónico está presente de manera
significativa entre los posgradistas, lo que puede afectar su bienestar físico, emocional y su
desempeño profesional.
Figura 5
Histogramas respecto al puntaje total
El histograma refleja de forma visual esta tendencia, mostrando una mayor concentración
de estudiantes en el nivel medio, con una menor cantidad en el nivel alto. Esta distribución indica
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1462
que, aunque el síndrome no es generalizado en su forma más severa, sí existe una prevalencia
importante de estrés sostenido que requiere atención preventiva. Estos resultados evidencian la
necesidad de implementar estrategias de acompañamiento psicológico, gestión del tiempo y
autocuidado, para evitar que los niveles de Burnout se incrementen y repercutan en la calidad de
vida y la formación profesional de los futuros especialistas en enfermería familiar y comunitaria.
Evaluación de las dimensiones del síndrome de Burnout
Los resultados generales muestran que la mayoría de los participantes, equivalente al 82,6%
de los estudiantes posgradistas, presentan un nivel medio de síndrome de Burnout. Esto significa
que, aunque experimentan cansancio y estrés por las exigencias académicas y laborales, aún
logran mantener un equilibrio que les permite continuar con sus actividades cotidianas sin llegar
a un agotamiento extremo. Sin embargo, este grupo se encuentra en una zona de riesgo, ya que
una acumulación prolongada de trabajo y responsabilidades podría elevar su nivel de agotamiento
emocional y desmotivación.
Por otro lado, el 17,4% de los encuestados presenta un nivel alto de Burnout, lo que indica
la existencia de un grupo reducido con signos evidentes de fatiga emocional, despersonalización
y baja realización personal. Este grupo puede estar experimentando dificultades para
concentrarse, pérdida de interés en las tareas académicas y sensación de falta de energía. La
coexistencia de ambos niveles (medio y alto) sugiere que el estrés crónico está presente de manera
significativa entre los posgradistas, lo que puede afectar su bienestar físico, emocional y su
desempeño profesional.
El histograma refleja de forma visual esta tendencia, mostrando una mayor concentración
de estudiantes en el nivel medio, con una menor cantidad en el nivel alto. Esta distribución indica
que, aunque el síndrome no es generalizado en su forma más severa, sí existe una prevalencia
importante de estrés sostenido que requiere atención preventiva. Estos resultados evidencian la
necesidad de implementar estrategias de acompañamiento psicológico, gestión del tiempo y
autocuidado, para evitar que los niveles de Burnout se incrementen y repercutan en la calidad de
vida y la formación profesional de los futuros especialistas en enfermería familiar y comunitaria.
CONCLUSIONES
El presente estudio permitió evidenciar que el síndrome de Burnout constituye un
problema relevante entre los estudiantes posgradistas de Enfermería Familiar y Comunitaria,
derivado principalmente de la doble carga que enfrentan entre sus funciones laborales y las
exigencias académicas. Los resultados obtenidos reflejan que la mayoría de los participantes
presenta un nivel medio de Burnout, lo que indica la existencia de un desgaste emocional
significativo, aunque aún controlable. Este nivel intermedio revela que, si bien los estudiantes
logran mantener un equilibrio funcional, están expuestos a un riesgo progresivo de agotamiento
crónico si no cuentan con estrategias adecuadas de apoyo y manejo del estrés.
que, aunque el síndrome no es generalizado en su forma más severa, sí existe una prevalencia
importante de estrés sostenido que requiere atención preventiva. Estos resultados evidencian la
necesidad de implementar estrategias de acompañamiento psicológico, gestión del tiempo y
autocuidado, para evitar que los niveles de Burnout se incrementen y repercutan en la calidad de
vida y la formación profesional de los futuros especialistas en enfermería familiar y comunitaria.
Evaluación de las dimensiones del síndrome de Burnout
Los resultados generales muestran que la mayoría de los participantes, equivalente al 82,6%
de los estudiantes posgradistas, presentan un nivel medio de síndrome de Burnout. Esto significa
que, aunque experimentan cansancio y estrés por las exigencias académicas y laborales, aún
logran mantener un equilibrio que les permite continuar con sus actividades cotidianas sin llegar
a un agotamiento extremo. Sin embargo, este grupo se encuentra en una zona de riesgo, ya que
una acumulación prolongada de trabajo y responsabilidades podría elevar su nivel de agotamiento
emocional y desmotivación.
Por otro lado, el 17,4% de los encuestados presenta un nivel alto de Burnout, lo que indica
la existencia de un grupo reducido con signos evidentes de fatiga emocional, despersonalización
y baja realización personal. Este grupo puede estar experimentando dificultades para
concentrarse, pérdida de interés en las tareas académicas y sensación de falta de energía. La
coexistencia de ambos niveles (medio y alto) sugiere que el estrés crónico está presente de manera
significativa entre los posgradistas, lo que puede afectar su bienestar físico, emocional y su
desempeño profesional.
El histograma refleja de forma visual esta tendencia, mostrando una mayor concentración
de estudiantes en el nivel medio, con una menor cantidad en el nivel alto. Esta distribución indica
que, aunque el síndrome no es generalizado en su forma más severa, sí existe una prevalencia
importante de estrés sostenido que requiere atención preventiva. Estos resultados evidencian la
necesidad de implementar estrategias de acompañamiento psicológico, gestión del tiempo y
autocuidado, para evitar que los niveles de Burnout se incrementen y repercutan en la calidad de
vida y la formación profesional de los futuros especialistas en enfermería familiar y comunitaria.
CONCLUSIONES
El presente estudio permitió evidenciar que el síndrome de Burnout constituye un
problema relevante entre los estudiantes posgradistas de Enfermería Familiar y Comunitaria,
derivado principalmente de la doble carga que enfrentan entre sus funciones laborales y las
exigencias académicas. Los resultados obtenidos reflejan que la mayoría de los participantes
presenta un nivel medio de Burnout, lo que indica la existencia de un desgaste emocional
significativo, aunque aún controlable. Este nivel intermedio revela que, si bien los estudiantes
logran mantener un equilibrio funcional, están expuestos a un riesgo progresivo de agotamiento
crónico si no cuentan con estrategias adecuadas de apoyo y manejo del estrés.
Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1463
La dimensión de agotamiento emocional fue la más afectada, evidenciando la presencia
de fatiga mental y pérdida de energía como consecuencia de las extensas jornadas de trabajo, los
turnos rotativos y la carga académica acumulada. Este hallazgo reafirma que el cansancio
constante y la falta de descanso adecuado influyen directamente en el bienestar psicológico y en
el desempeño profesional del personal de enfermería. Por su parte, la despersonalización alcanzó
niveles medios, lo que sugiere que algunos estudiantes tienden a adoptar actitudes de
distanciamiento emocional frente a los pacientes como mecanismo de defensa ante la presión
constante. Aunque este comportamiento no se presenta de forma generalizada, sí constituye una
alerta sobre el impacto que el estrés puede tener en la calidad de la atención y en las relaciones
interpersonales dentro del ámbito sanitario.
En contraste, la realización personal mostró niveles predominantemente altos, lo cual
actúa como un factor protector frente al síndrome. Los estudiantes se perciben competentes,
satisfechos con sus logros y comprometidos con su crecimiento académico y profesional. Esta
dimensión demuestra que la motivación interna, la vocación de servicio y el sentido de propósito
pueden mitigar los efectos del estrés prolongado. Sin embargo, la alta autoexigencia que
caracteriza a muchos posgradistas podría convertirse en un factor de riesgo si no se equilibra con
apoyo institucional y espacios de autocuidado.
En el análisis de los factores laborales y académicos, se observó que el agotamiento y la
fatiga no dependen exclusivamente de la carga de trabajo o del número de años de experiencia,
sino también de variables personales, familiares y de organización del tiempo. Además, la
relación significativa entre frustración y fatiga evidenció que los sentimientos de insatisfacción y
la falta de reconocimiento agravan el cansancio físico y mental, aumentando la vulnerabilidad al
Burnout. Esto resalta la importancia de fortalecer la comunicación, la motivación y el
acompañamiento dentro de los programas de especialización.
En términos generales, se concluye que los estudiantes posgradistas conforman un grupo
altamente comprometido con su formación, pero simultáneamente expuesto a factores de riesgo
que podrían afectar su salud mental y su rendimiento profesional. Es indispensable que las
instituciones académicas y los entornos hospitalarios desarrollen estrategias integrales de
prevención y promoción del bienestar, tales como asesorías psicológicas, pausas activas,
programas de tutoría, flexibilidad académica y actividades orientadas al autocuidado. Estas
acciones no solo contribuirán a disminuir los niveles de estrés y agotamiento, sino que también
fortalecerán la calidad del aprendizaje, la motivación y la atención humanizada que caracteriza a
la enfermería familiar y comunitaria.
La dimensión de agotamiento emocional fue la más afectada, evidenciando la presencia
de fatiga mental y pérdida de energía como consecuencia de las extensas jornadas de trabajo, los
turnos rotativos y la carga académica acumulada. Este hallazgo reafirma que el cansancio
constante y la falta de descanso adecuado influyen directamente en el bienestar psicológico y en
el desempeño profesional del personal de enfermería. Por su parte, la despersonalización alcanzó
niveles medios, lo que sugiere que algunos estudiantes tienden a adoptar actitudes de
distanciamiento emocional frente a los pacientes como mecanismo de defensa ante la presión
constante. Aunque este comportamiento no se presenta de forma generalizada, sí constituye una
alerta sobre el impacto que el estrés puede tener en la calidad de la atención y en las relaciones
interpersonales dentro del ámbito sanitario.
En contraste, la realización personal mostró niveles predominantemente altos, lo cual
actúa como un factor protector frente al síndrome. Los estudiantes se perciben competentes,
satisfechos con sus logros y comprometidos con su crecimiento académico y profesional. Esta
dimensión demuestra que la motivación interna, la vocación de servicio y el sentido de propósito
pueden mitigar los efectos del estrés prolongado. Sin embargo, la alta autoexigencia que
caracteriza a muchos posgradistas podría convertirse en un factor de riesgo si no se equilibra con
apoyo institucional y espacios de autocuidado.
En el análisis de los factores laborales y académicos, se observó que el agotamiento y la
fatiga no dependen exclusivamente de la carga de trabajo o del número de años de experiencia,
sino también de variables personales, familiares y de organización del tiempo. Además, la
relación significativa entre frustración y fatiga evidenció que los sentimientos de insatisfacción y
la falta de reconocimiento agravan el cansancio físico y mental, aumentando la vulnerabilidad al
Burnout. Esto resalta la importancia de fortalecer la comunicación, la motivación y el
acompañamiento dentro de los programas de especialización.
En términos generales, se concluye que los estudiantes posgradistas conforman un grupo
altamente comprometido con su formación, pero simultáneamente expuesto a factores de riesgo
que podrían afectar su salud mental y su rendimiento profesional. Es indispensable que las
instituciones académicas y los entornos hospitalarios desarrollen estrategias integrales de
prevención y promoción del bienestar, tales como asesorías psicológicas, pausas activas,
programas de tutoría, flexibilidad académica y actividades orientadas al autocuidado. Estas
acciones no solo contribuirán a disminuir los niveles de estrés y agotamiento, sino que también
fortalecerán la calidad del aprendizaje, la motivación y la atención humanizada que caracteriza a
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Vol. 12/ Núm. 4 2025 pág. 1464
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General del Trabajo Social.
https://www.researchgate.net/publication/324965859_Trabajo_social_Concepto_y_metod
ologia
Avila; Elizabeth. (2022). Estrés laboral en personal operativo de perforación de pozos de petróleo
y gas durante el COVID-19. Revista de Ciencia, Tecnología e Innovación, 20(25), 101–114.
https://doi.org/10.56469/rcti.vol20n25.702
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psicológico del personal de un hospital público de Medellín, Colombia. Ciencia y
Enfermeria, 29, 1–11. https://doi.org/10.29393/ce29-31iemv50031
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desempeño profesional en Personal de Salud del área de Ginecología y Obstetricia de un
Hospital Peruano en el año 2023. Revista de Obstetricia y Ginecología de Venezuela, 84(02),
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