
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1617
https://doi.org/10.69639/arandu.v12i2.1009
Perfil epidemiológico del melanoma y cáncer de piel no
melanoma en Ecuador (2015-2021): estudio retrospectivo
nacional
Epidemiological profile of melanoma and non-melanoma skin cancer in Ecuador
(2015-2021): a national retrospective study
Kennya Tamara León Lincango
tamyleondermato@yahoo.es
https://orcid.org/0009-0004-7489-1552
Universidad Central del Ecuador
Gabriel Francisco Cevallos Martínez
gabriel.cevallos@iaen.edu.ec
https://orcid.org/0000-0002-6584-615X
Escuela de gestión y administración pública
Instituto de Altos Estudios Nacionales
Víctor Hugo Gutiérrez Guzmán
victorgutierrez-71@hotmail.es
https://orcid.org/0009-0009-2343-9677
Universidad Central del Ecuador
Baiter Renan Cazares Cadena
brcazares@uce.edu.ec
https://orcid.org/0000-0001-9068-2831
Universidad Central del Ecuador
Javier Olmedo Cevallos Martínez
jocevallosm@uce.edu.ec
https://orcid.org/0009-0009-2218-0077
Universidad Central del Ecuador
Artículo recibido: 10 marzo 2025 - Aceptado para publicación: 20 abril 2025
Conflictos de intereses: Ninguno que declarar
RESUMEN
El cáncer de piel representa una preocupación creciente para la salud pública, particularmente en
regiones con alta exposición a radiación ultravioleta. El objetivo de este estudio fue caracterizar
epidemiológicamente el comportamiento del melanoma maligno y del cáncer de piel no
melanoma en Ecuador entre los años 2015 y 2021. Se realizó una revisión bibliográfica
retrospectiva a partir de datos de egresos hospitalarios del Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos (INEC), complementada con literatura científica indexada. Se analizaron variables como
tipo de cáncer, edad, sexo, provincia y autoidentificación étnica. La información fue procesada
mediante estadística descriptiva. Los resultados evidenciaron una alta carga de enfermedad,
concentrada en adultos mayores de 65 años, con ligera predominancia masculina en melanoma y
femenina en cáncer no melanoma. Las provincias de Pichincha, Azuay, Loja y Guayas

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1618
concentraron la mayor frecuencia de casos. Se observó una reducción significativa de registros
durante el año 2020, atribuida al impacto de la pandemia por COVID-19 sobre el sistema de salud.
Se concluye que existe una distribución geográfica desigual del cáncer cutáneo en el país, con
mayor incidencia en zonas de altitud elevada y exposición solar intensa. Estos hallazgos sustentan
la necesidad de implementar estrategias preventivas centradas en fotoprotección, diagnóstico
temprano y fortalecimiento de los servicios dermatológicos especializados, especialmente en
regiones andinas y rurales. Se recomienda además mejorar los sistemas de registro clínico-
epidemiológico con enfoque territorial para la toma de decisiones en salud pública.
Palabras claves: cáncer de piel, melanoma, epidemiología, radiación ultravioleta,
Ecuador
ABSTRACT
Skin cancer is an increasing public health concern, particularly in regions with high exposure to
ultraviolet radiation. The objective of this study was to epidemiologically characterize the
behavior of malignant melanoma and non-melanoma skin cancer in Ecuador between 2015 and
2021. A retrospective bibliographic review was conducted based on hospital discharge data from
the National Institute of Statistics and Censuses (INEC), supplemented with indexed scientific
literature. Variables analyzed included cancer type, age, sex, province of residence, and self-
identified ethnicity. The data were processed using descriptive statistics. The results revealed a
high disease burden concentrated in adults over 65 years of age, with a slight male predominance
in melanoma and female predominance in non-melanoma skin cancer. The provinces of
Pichincha, Azuay, Loja, and Guayas accounted for the highest frequency of cases. A significant
decrease in case records was observed in 2020, attributed to the impact of the COVID-19
pandemic on the healthcare system. The study concludes that there is an unequal geographical
distribution of skin cancer in the country, with higher incidence in areas of high altitude and
intense solar exposure. These findings support the need for preventive strategies focused on
photoprotection, early diagnosis, and strengthening of specialized dermatological services,
especially in Andean and rural regions. Additionally, it is recommended to improve clinical and
epidemiological registry systems with a territorial approach to inform public health decision-
making.
Keywords: skin câncer, melanoma, epidemiology, ultraviolet radiation, Ecuador
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licencia Creative Commons Atribution 4.0 International.

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1619
INTRODUCCIÓN
El cáncer de piel representa actualmente uno de los problemas de salud pública más
relevantes a nivel global debido al crecimiento sostenido de su incidencia en las últimas décadas.
A nivel mundial, se estima que cada año ocurren alrededor de tres millones de casos nuevos de
cáncer de piel no melanoma y cerca de 132,000 casos nuevos de melanoma maligno, con tasas de
incidencia que continúan aumentando principalmente debido a factores como exposición solar
intensa, hábitos de bronceado y envejecimiento poblacional (World Health Organization [WHO],
2020). El melanoma cutáneo, aunque menos frecuente que los cánceres no melanoma, constituye
una de las formas más agresivas y letales de cáncer cutáneo debido a su alto potencial metastásico,
especialmente si no es detectado en etapas tempranas (American Cancer Society [ACS], 2023).
Desde el punto de vista etiológico, tanto el melanoma como el cáncer de piel no melanoma
están fuertemente asociados con la exposición excesiva y prolongada a la radiación ultravioleta
(RUV), ya sea proveniente del sol o de fuentes artificiales como las cámaras de bronceado (Skin
Cancer Foundation, 2024). La incidencia de estas patologías se ve modulada por diversos factores
individuales, entre ellos el fototipo cutáneo según la clasificación de Fitzpatrick, la predisposición
genética, la edad avanzada y factores ocupacionales como actividades agrícolas y trabajos al aire
libre (Bolognia, Schaffer, & Cerroni, 2018). En América Latina, estudios recientes indican que la
incidencia del cáncer cutáneo ha aumentado significativamente, especialmente en países con alta
exposición solar y elevadas altitudes sobre el nivel del mar, destacando así la importancia de
realizar análisis epidemiológicos detallados a nivel local (Ballesteros-Zurita, Melena-Zapata, &
Narváez-Olalla, 2023).
En Ecuador, la diversidad climática y geográfica plantea una distribución heterogénea de
factores de riesgo, especialmente relacionados con la altitud y la exposición solar, lo cual impacta
directamente sobre la epidemiología de estas enfermedades (Vega-Luzuriaga, 2025). Por ejemplo,
ciudades ubicadas en la región andina, como Quito (2850 metros sobre el nivel del mar), presentan
índices elevados de radiación ultravioleta debido a la posición perpendicular del sol durante gran
parte del año, generando una mayor vulnerabilidad de la población frente al melanoma y otras
lesiones precancerosas cutáneas (El Comercio, 2018; Montero-Torres, 2022). Este contexto hace
imprescindible contar con estudios nacionales actualizados que permitan caracterizar con
precisión la magnitud, la distribución y la evolución epidemiológica de estas enfermedades en el
país, facilitando así la formulación de estrategias preventivas más eficientes.
La caracterización epidemiológica exhaustiva del melanoma y cáncer de piel no melanoma
es fundamental para la planificación de estrategias en salud pública, permitiendo identificar
grupos poblacionales más vulnerables, evaluar tendencias temporales y entender mejor la
influencia de factores socioeconómicos y ambientales específicos. Estudios previos han
demostrado claramente que el género y la edad influyen significativamente en la incidencia del

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1620
cáncer cutáneo, siendo generalmente mayor la prevalencia en hombres mayores de 60 años debido
a la exposición ocupacional más frecuente y prolongada (Skin Cancer Foundation, 2025).
Además, recientes investigaciones sugieren que existe una brecha significativa en cuanto al
diagnóstico oportuno entre hombres y mujeres, posiblemente debido a diferencias en la
percepción del riesgo y en la frecuencia de consultas dermatológicas (American Cancer Society,
2023).
El presente estudio tiene como objetivo principal determinar el perfil epidemiológico del
melanoma y cáncer de piel no melanoma en Ecuador durante el período comprendido entre los
años 2015 a 2021, mediante un análisis retrospectivo basado en registros nacionales oficiales del
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Específicamente, busca identificar grupos
demográficos de mayor riesgo, analizar la distribución geográfica de estas patologías, evaluar la
influencia de factores ambientales regionales, así como aportar información precisa y actualizada
para la formulación y optimización de políticas públicas orientadas a la prevención, detección
temprana y tratamiento oportuno del cáncer cutáneo en Ecuador.
MATERIALES Y MÉTODOS
Para la elaboración del presente estudio se realizó una revisión bibliográfica retrospectiva,
orientada a caracterizar epidemiológicamente el melanoma y cáncer de piel no melanoma en
Ecuador durante el período comprendido entre los años 2015 y 2021. La metodología
implementada consistió en la búsqueda, recuperación y análisis riguroso de información
secundaria procedente de registros estadísticos oficiales, proporcionados por el Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos (INEC) del Ecuador. La recopilación de los datos se realizó utilizando
dos fuentes principales: la base electrónica pública del INEC, accesible a través del portal oficial
(https://www.ecuadorencifras.gob.ec/estadisticas/), así como la biblioteca física especializada del
INEC ubicada en Quito, Ecuador.
Para asegurar una búsqueda documental amplia y completa, se recurrió además a
reconocidas bases de datos electrónicas internacionales, que complementaron la información
oficial del INEC con bibliografía actualizada y relevante. En específico, se utilizaron los motores
de búsqueda PubMed, Scopus, Web of Science, ScienceDirect y Google Scholar. Los términos
de búsqueda empleados fueron definidos cuidadosamente según la relevancia epidemiológica y
clínica del tema estudiado. Estos términos incluyeron: «melanoma», «cáncer no melanoma»,
«carcinoma basocelular», «carcinoma espinocelular», «cáncer de piel», «incidencia cáncer piel
Ecuador», «morbilidad cáncer cutáneo», y «egresos hospitalarios cáncer piel». Las mismas
combinaciones se emplearon también en inglés para asegurar amplitud y exhaustividad en la
búsqueda («melanoma», «non-melanoma skin cancer», «basal cell carcinoma», «squamous cell
carcinoma», «skin cancer incidence Ecuador», «skin cancer morbidity», y «hospital discharge
skin cancer»).

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1621
Para definir claramente los diagnósticos clínicos específicos dentro de las bases de datos
consultadas, se utilizó la Clasificación Internacional de Enfermedades Décima Revisión (CIE-
10). Las categorías diagnósticas incluidas en la revisión fueron melanoma maligno de piel (C43),
otros tumores malignos de piel (C44), melanoma in situ (D03) y carcinoma in situ de piel (D04).
La precisión diagnóstica aportada por esta clasificación aseguró una clara delimitación de los
registros considerados en la revisión.
Los criterios de inclusión utilizados fueron: registros completos y detallados sobre egresos
hospitalarios con diagnóstico de melanoma o cáncer de piel no melanoma entre los años 2015 a
2021, disponibles públicamente en bases oficiales del INEC, así como artículos científicos
relevantes publicados en bases de datos internacionales en los últimos cinco años (2018-2023).
Por otro lado, se aplicaron criterios estrictos de exclusión, descartando datos incompletos,
registros que solamente reflejaban ingresos hospitalarios, y documentos que no aportaban
información epidemiológica precisa o relevante.
La recopilación y sistematización de datos se realizó entre junio y julio de 2023 mediante
el uso de bases electrónicas (Microsoft Excel versión 365). Se categorizaron las siguientes
variables epidemiológicas clave: tipo específico de cáncer de piel, sexo (masculino o femenino),
distribución por grupos etarios (con especial énfasis en personas mayores de 65 años), provincia
de residencia y autoidentificación étnica de los pacientes (mestiza, indígena, blanca,
afrodescendiente, entre otros).
En relación con el tratamiento estadístico de la información recopilada, se empleó un
análisis descriptivo completo. Se calcularon frecuencias absolutas, frecuencias relativas, y
porcentajes específicos para cada variable epidemiológica estudiada. Además, se elaboraron
gráficos estadísticos (diagramas de barras y circulares) para visualizar claramente las tendencias
y distribución geográfica, demográfica y temporal del melanoma y cáncer de piel no melanoma.
La naturaleza descriptiva de este análisis retrospectivo excluyó la necesidad de aplicar técnicas
estadísticas inferenciales avanzadas.
Este abordaje metodológico permitió integrar información epidemiológica nacional oficial
con bibliografía internacional relevante y actualizada, proporcionando una visión robusta y
precisa de las características epidemiológicas del cáncer de piel en Ecuador, facilitando su
comparación con estudios internacionales recientes, y asegurando la fiabilidad, precisión y
reproducibilidad científica del análisis presentado en esta revisión.
RESULTADOS
Durante el año 2015, en Ecuador se reportaron un total de 302 egresos hospitalarios
asociados con melanoma maligno de piel, siendo el sexo masculino el más afectado con 164 casos
(54,3 %) frente a 138 casos en mujeres (45,7 %). Por otro lado, el cáncer cutáneo no melanoma
presentó una incidencia considerablemente superior, alcanzando los 951 casos hospitalarios en

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1622
total, de los cuales 437 fueron en hombres (46,0 %) y 514 en mujeres (54,0 %). Los individuos
de 65 años o más constituyeron el grupo de mayor vulnerabilidad para ambos tipos de cáncer
cutáneo estudiados. La distribución provincial reveló mayor prevalencia de melanoma en la
provincia de Pichincha, seguida por Azuay y Guayas (Figura 1).
Figura 1
Distribución provincial del melanoma maligno y cáncer de piel no melanoma en Ecuador
durante el año 2015. Se muestra la frecuencia absoluta de casos hospitalarios registrados
según provincias con mayor incidencia. Fuente: Elaboración propia con datos INEC (2015)
Figura 2
Egresos hospitalarios según morbilidad de melanoma maligno y otros tumores malignos de piel
según provicias del Ecuador año 2015
En el año 2016, los casos registrados de melanoma aumentaron ligeramente, sumando un
total de 307 egresos hospitalarios, nuevamente con predominancia masculina (146 casos, 47,6 %)
frente a 161 casos femeninos (52,4 %). Los egresos por cáncer de piel no melanoma ascendieron
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1623
a 874 casos, siendo la población femenina la más afectada (433 casos, 49,5 %) comparada con la
masculina (441 casos, 50,5 %). El grupo de edad con mayor incidencia continuó siendo el de
mayores de 65 años, manteniendo la tendencia del año previo. Geográficamente, la mayor
incidencia de melanoma se observó nuevamente en la provincia de Pichincha, seguida de Guayas
y Azuay (Figura 2).
Figura 3
Egresos hospitalarios según provincia para melanoma maligno y cáncer de piel no melanoma
en Ecuador, año 2016. Los datos representan frecuencias absolutas
Fuente: Elaboración propia con datos INEC (2016)
Figura 4
Egresos hospitalarios según morbilidad de melanoma maligno y otros tumores malignos de piel
según provicias del Ecuador año 2016
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1624
En 2017, se mantuvo el aumento progresivo de casos registrados para melanoma con un
total de 375 egresos hospitalarios, observándose un notable predominio masculino (200 casos,
53,3 %) respecto al femenino (175 casos, 46,7 %). Por otro lado, los casos de cáncer no melanoma
alcanzaron los 1030 egresos, con predominio femenino (530 casos, 51,5 %) frente a los casos
masculinos (500 casos, 48,5 %). En consonancia con los años previos, la mayor incidencia ocurrió
en pacientes mayores de 65 años. A nivel provincial, Pichincha lideró nuevamente en casos de
melanoma, seguida por Azuay y Guayas (Figura 3).
Figura 5
Distribución provincial del melanoma maligno y cáncer no melanoma en Ecuador durante
2017. Se muestran frecuencias absolutas por provincia
Fuente: Elaboración propia con datos INEC (2017)
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1625
Figura 6
Egresos hospitalarios según morbilidad de melanoma maligno y otros tumores malignos de piel
según provicias del Ecuador año 2017
Durante el año 2018, se documentaron 483 egresos hospitalarios por melanoma maligno,
destacando un leve predominio masculino con 242 casos (50,1 %) frente a 241 casos femeninos
(49,9 %). Por otra parte, los casos de cáncer de piel no melanoma alcanzaron los 1046 egresos,
predominando en hombres (532 casos, 50,9 %) sobre mujeres (514 casos, 49,1 %). El grupo de
edad predominante fue nuevamente el de mayores de 65 años. La distribución provincial ubicó a
Pichincha en primer lugar, seguida por Guayas, Azuay y Loja (Figura 4).
Figura 7
Frecuencia de melanoma maligno y cáncer de piel no melanoma por provincia en Ecuador, año
2018
Fuente: Elaboración propia con datos INEC (2018)
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1626
Figura 8
Egresos hospitalarios según morbilidad de melanoma maligno y otros tumores malignos de piel
según provicias del Ecuador año 2018
En 2019, los casos de melanoma llegaron a 480 egresos hospitalarios, con predominancia
femenina (256 casos, 53,3 %) sobre masculina (224 casos, 46,7 %). Los casos de cáncer no
melanoma alcanzaron un total de 1126 egresos, con predominio masculino (585 casos, 52,0 %)
respecto al femenino (541 casos, 48,0 %). El grupo etario mayor de 65 años permaneció como el
más afectado. Geográficamente, Pichincha registró nuevamente la mayor incidencia, seguida por
Manabí y Guayas (Figura 5).
Figura 9
Egresos hospitalarios por melanoma maligno y cáncer no melanoma en Ecuador durante 2019
Fuente: Elaboración propia con datos INEC (2019)
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1627
Figura 10
Egresos hospitalarios según morbilidad de melanoma maligno y otros tumores malignos de piel
según provicias del ecuador año 2019
En 2020, el número total de egresos hospitalarios reportados por melanoma disminuyó a
179, con ligera predominancia femenina (96 casos, 53,6 %) sobre masculina (83 casos, 46,4 %).
Para cáncer de piel no melanoma, se contabilizaron 455 egresos, siendo superior en hombres (243
casos, 53,4 %) comparado con mujeres (212 casos, 46,6 %). La incidencia se mantuvo alta en
personas mayores de 65 años, destacándose nuevamente la provincia de Pichincha en primer
lugar, seguida por Azuay y Guayas (Figura 6).
Figura 11
Distribución provincial del melanoma y cáncer no melanoma en Ecuador, año 2020
Fuente: Elaboración propia con datos INEC (2020)
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1628
Figura 12
Egresos hospitalarios según morbilidad de melanoma maligno y otros tumores malignos de piel
según provicias del Ecuador año 2020
Finalmente, en 2021, se registró una recuperación en el número de casos totales de
melanoma con 435 egresos hospitalarios, predominando las mujeres (227 casos, 52,2 %) frente a
los hombres (208 casos, 47,8 %). En cáncer no melanoma, se documentaron 937 casos,
predominando el sexo masculino (488 casos, 52,1 %) sobre el femenino (449 casos, 47,9 %). Se
mantuvo la prevalencia más alta en pacientes mayores de 65 años, con una distribución provincial
encabezada nuevamente por Pichincha, seguida por Guayas, Azuay y Manabí (Figura 7).
Figura 13
Distribución provincial del melanoma maligno y cáncer no melanoma en Ecuador durante 2021
Fuente: Elaboración propia con datos INEC (2021)

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1629
Figura 14
Egresos hospitalarios según morbilidad de melanoma maligno y otros tumores malignos de piel
según provicias del Ecuador año 2021
DISCUSIÓN
El análisis retrospectivo de los egresos hospitalarios por melanoma y cáncer de piel no
melanoma en Ecuador durante el período 2015–2021 revela patrones epidemiológicos que
coinciden en gran medida con lo reportado por estudios internacionales y regionales, tanto en
cuanto a grupos poblacionales afectados como a la distribución geográfica de los casos. La mayor
carga de enfermedad observada en adultos mayores de 65 años es consistente con la literatura
científica, que señala a la edad como un factor de riesgo acumulativo clave, debido a la exposición
solar prolongada y a los efectos inmunosenescentes sobre la vigilancia oncológica cutánea (Garbe
et al., 2020; Cust et al., 2018).
La ligera preponderancia masculina en la mayoría de los años evaluados, particularmente
para melanoma, también ha sido reportada en estudios realizados en países europeos y
latinoamericanos (Martins et al., 2019; Rodríguez-Villamizar et al., 2020). Esto puede deberse a
una combinación de factores, como una mayor exposición solar laboral entre los hombres, menor
uso de medidas de fotoprotección y menos visitas médicas preventivas en comparación con las
mujeres (Skin Cancer Foundation, 2024). Sin embargo, en algunos años del análisis, la
preponderancia femenina invierte la tendencia, posiblemente reflejando un mayor acceso al
sistema sanitario o una mayor concienciación preventiva en ciertas regiones del país, fenómeno
ya reportado en estudios italianos y alemanes (Garbe et al., 2020).
Una de las observaciones más relevantes del estudio es la clara concentración de casos en
provincias ubicadas en la región interandina, como Pichincha, Azuay y Loja. Esta distribución

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1630
podría relacionarse directamente con factores ambientales como la altitud, que incrementa
significativamente los niveles de radiación ultravioleta, un conocido carcinógeno cutáneo
(Montero-Torres, 2022; Loayza-Alarico et al., 2020). En efecto, la OMS ha advertido que por
cada 1000 metros de altitud, la intensidad de la RUV se incrementa entre un 10 % y un 12 %
(WHO, 2020). La localización geográfica del Ecuador sobre la línea ecuatorial y su topografía
accidentada contribuyen a un riesgo adicional de exposición solar intensa en ciertas poblaciones,
especialmente en actividades agrícolas y laborales al aire libre, tal como se ha observado en
estudios andinos peruanos y bolivianos (Bustamante et al., 2018).
El comportamiento del cáncer de piel no melanoma refleja un patrón creciente que ha sido
documentado en diversas partes del mundo. Aunque estas neoplasias cutáneas tienen baja
letalidad, su elevada incidencia representa una carga importante para los sistemas de salud.
Estudios realizados en Brasil y Australia han demostrado que el carcinoma basocelular constituye
la forma más común, mientras que el carcinoma espinocelular posee un mayor riesgo de
metástasis, sobre todo en pacientes inmunocomprometidos (Perera et al., 2020; Bolognia et al.,
2018). Dado que el presente estudio no discrimina por tipo histológico, es recomendable que
investigaciones futuras incluyan esta distinción para permitir análisis clínicos más precisos.
Una caída marcada en el número de egresos por ambas patologías se observó en el año
2020, muy probablemente como consecuencia de la pandemia por COVID-19. Este fenómeno,
ampliamente reportado en la literatura internacional, se atribuye al redireccionamiento de recursos
hospitalarios hacia la atención de urgencias y a la postergación de consultas médicas no
prioritarias, lo que generó un subregistro de patologías crónicas y oncológicas (Maldonado et al.,
2022; Tejera-Vaquerizo et al., 2021). En muchos países, este retraso diagnóstico incrementó la
proporción de melanomas detectados en fases avanzadas durante el año siguiente.
Desde una perspectiva de salud pública, los resultados obtenidos permiten establecer
prioridades territoriales en la prevención del cáncer de piel. Las provincias con mayor número de
casos coinciden, en parte, con aquellas que tienen mejor infraestructura hospitalaria, lo que podría
reflejar también una mayor capacidad de registro más que una carga real superior de enfermedad.
Sin embargo, las regiones con menor número de registros no deben interpretarse necesariamente
como zonas de bajo riesgo, sino como territorios potencialmente subdiagnosticados debido a
barreras en el acceso a servicios especializados de dermatología (Vega-Luzuriaga, 2025).
Una limitación importante del presente estudio es su dependencia de los datos de egresos
hospitalarios, lo cual excluye casos ambulatorios no hospitalizados y puede subestimar la carga
real de enfermedad. A pesar de ello, la cobertura nacional de los registros del INEC garantiza una
aproximación representativa que permite establecer tendencias temporales y geográficas válidas.
Asimismo, la imposibilidad de analizar variables histopatológicas, clínicas o de pronóstico limita
la profundidad clínica del análisis. No obstante, el presente trabajo ofrece una base sólida para la
planificación de intervenciones preventivas a nivel nacional.

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1631
En suma, la carga del melanoma y del cáncer cutáneo no melanoma en Ecuador se
distribuye de manera desigual, afectando principalmente a adultos mayores en zonas de elevada
radiación solar. Estos hallazgos refuerzan la necesidad de implementar estrategias nacionales de
prevención, detección temprana y educación en fotoprotección, especialmente en áreas de alta
altitud, así como mejorar el acceso a servicios dermatológicos especializados en regiones rurales.
La articulación de programas integrales entre los ministerios de salud, educación y trabajo será
clave para mitigar el impacto creciente del cáncer de piel en el país.
CONCLUSIÓN
El presente estudio proporciona una caracterización clara y detallada del comportamiento
epidemiológico del melanoma maligno y del cáncer de piel no melanoma en Ecuador durante el
período 2015–2021, evidenciando una carga significativa de estas patologías, predominantemente
en adultos mayores, con una distribución geográfica más marcada en provincias de la región
interandina. Pichincha, Azuay, Loja y Guayas concentraron el mayor número de egresos
hospitalarios, en concordancia con su densidad poblacional, altitud y niveles de radiación UV,
factores que, junto a las desigualdades en el acceso a servicios especializados de dermatología,
contribuyen a configurar un perfil territorial de riesgo diferenciado.
La tendencia observada coincide con los patrones regionales e internacionales y permite
concluir que el cáncer de piel, si bien presenta baja letalidad en el caso no melanoma, representa
un problema creciente de salud pública en el país. La información obtenida debe ser utilizada para
orientar estrategias nacionales de fotoprotección, campañas de diagnóstico precoz y
fortalecimiento de servicios dermatológicos en zonas vulnerables. Como sugerencia, se
recomienda la implementación de un sistema de vigilancia oncológica dermatológica más
específico y detallado, con registros diferenciados por subtipo histológico, que permita avanzar
hacia intervenciones más personalizadas y eficaces en la prevención y el control del cáncer
cutáneo en Ecuador.

Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 1632
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