Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 2994
https://doi.org/
10.69639/arandu.v12i2.1130
Métodos de enseñanza activa: cómo involucrar a los
estudiantes de educación básica superior mediante el
aprendizaje basado en proyectos

Active teaching methods: how to engage upper basic education students through

project
-based learning
Francisca Lourdes Holguín Espinoza

francisca.holguin@educacion.gob.ec

https://orcid.org/0009-0007-6860-1813

Investigador Independiente

Ecuador

Mariela Fabiola Ortiz Noriega

marielaf.ortiz@educacion.gob.ec

https://orcid.org/0009-0006-9015-8902

Investigador Independiente

Ecuador

Grey Yessenia Tandazo Peña

grey.tandazo@educacion.gob.ec

https://orcid.org/0009-0008-5645-0840

Investigador Independiente

Ecuador

Dayse Elena Perero Bayona

dayse.perero@educacion.gob.ec

https://orcid.org/0009-0007-8037-8319

Investigador Independiente

Ecuador

María Augusta Carvajal Guillin

augusta.carvajal@educacion.gob.ec

https://orcid.org/0009-0003-5714-2149

Investigador Independiente

Ecuador

Artículo recibido: 10 marzo 2025 - Aceptado para publicación: 20 abril 2025

Conflictos de intereses: Ninguno que declarar

RESUMEN

Este estudio investigó la implementación del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) en la
educación básica superior, con el objetivo de involucrar a los estudiantes de manera activa en su
proceso de aprendizaje. A través de una revisión de literatura, se identificaron las características
y beneficios del ABP, que incluyen un aumento en el rendimiento académico y el desarrollo de
competencias clave como la creatividad y el pensamiento crítico. Se diseñaron y ejecutaron
proyectos educativos relevantes que conectaron el contenido curricular con situaciones de la vida
real, promoviendo la motivación y el compromiso de los estudiantes. La capacitación de los
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 2995
docentes fue fundamental para el éxito de la metodología, y se observó que su rol como
facilitadores enriqueció el ambiente de aprendizaje. Si bien se implementaron herramientas de
evaluación efectivas, se identificaron desafíos en la medición del aprendizaje en contextos de
proyectos, lo que subraya la necesidad de formación continua para los educadores. Las sesiones
de reflexión con docentes y estudiantes fomentaron un sentido de comunidad y colaboración,
destacando la importancia de incluir las voces de todos los participantes en el proceso educativo.
En conclusión, el ABP se presenta como una metodología efectiva que no solo mejora el
rendimiento académico, sino que también prepara a los estudiantes para los retos del futuro. Se
recomienda su adopción en las aulas, junto con el apoyo adecuado para su implementación.

Palabras Clave: aprendizaje basado en proyectos, educación activa, competencias del
siglo xxi, evaluación formativa

ABSTRACT

This study investigated the implementation of Project
-Based Learning (PBL) in upper basic
education, aiming to actively engage students in their learning process.
Through a literature
review, the characteristics and benefits of PBL were identified, including an increase in academic

performance and the development of key competencies such as creativity and critical thinking.

Relevant educational projects were designe
d and executed, connecting curricular content with
real
-life situations, thereby promoting student motivation and engagement. Teacher training was
fundamental to the success of the methodology, and it was observed that their role as facilitators

enriched t
he learning environment. While effective assessment tools were implemented,
challenges in measuring learning in project contexts were identified, highlighting the need for

continuous training for educators. Reflection sessions with teachers and students fo
stered a sense
of community and collaboration, emphasizing the importance of including the voices of all

participants in the educational process.
In conclusion, PBL emerges as an effective methodology
that not only improves academic performance but also pr
epares students for future challenges. Its
adoption in classrooms is recommended, along with adequate support for its implementation.

Keywords
: project-based learning, active education, 21st century competencies,
formative assessment

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licencia Creative Commons Atribution 4.0 International.
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INTRODUCCIÓN

En la actualidad, la educación enfrenta el desafío de adaptar sus métodos de enseñanza para
satisfacer las necesidades de una nueva generación de estudiantes. Este fenómeno se debe a la
rápida evolución tecnológica y a las demandas de un mercado laboral en constante cambio que
requieren habilidades más dinámicas y creativas. Ante este contexto, los métodos de enseñanza
activa han cobrado relevancia, destacándose el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) como
una estrategia que busca involucrar a los estudiantes de manera significativa en su proceso de
aprendizaje. Según Barron y Darling-Hammond (2008), el ABP permite a los estudiantes trabajar
en proyectos que son relevantes y desafiantes, fomentando su participación activa y colaboración.
Esta metodología promueve no solo el aprendizaje de contenidos, sino también la formación de
competencias que les serán útiles en su vida personal y profesional.

El ABP no solo promueve la adquisición de conocimientos teóricos, sino que también
potencia habilidades prácticas y competencias esenciales para el siglo XXI. Estas habilidades
incluyen la creatividad, el pensamiento crítico, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo
(Beckett & Miller, 2006). Esta metodología transforma el aula en un espacio dinámico y
participativo, donde los estudiantes son protagonistas de su aprendizaje, lo que les permite
desarrollar una mayor autonomía y responsabilidad en su proceso educativo (Krajcik &
Blumenfeld, 2006). Este enfoque también ayuda a los estudiantes a conectar lo que aprenden en
el aula con situaciones del mundo real, incrementando así su interés y motivación.

Un aspecto fundamental del ABP es su capacidad para conectar el contenido curricular con
situaciones reales, lo que facilita la comprensión y aplicación de los conceptos aprendidos
(Thomas, 2000). Al involucrar a los estudiantes en la resolución de problemas auténticos, se
estimula su motivación y se promueve un aprendizaje más profundo y duradero (Helle, Tynjälä,
& Olkinuora, 2006). Por ejemplo, un proyecto sobre sostenibilidad podría llevar a los estudiantes
a investigar y proponer soluciones para problemas ambientales en su comunidad, integrando así
el aprendizaje académico con experiencias prácticas que les afectan directamente.

En este sentido, los docentes juegan un papel crucial en la implementación efectiva del
ABP. Deben ser capaces de diseñar proyectos que no solo cumplan con los objetivos educativos,
sino que también se ajusten a los intereses y habilidades de los estudiantes (Dewey, 1938). Los
educadores deben facilitar la creación de un entorno de aprendizaje que fomente la curiosidad y
la exploración, guiando a los estudiantes en el desarrollo de preguntas relevantes y en la búsqueda
de soluciones creativas. Esto requiere una formación docente que enfatice el desarrollo de
habilidades pedagógicas adaptativas y la capacidad de gestionar dinámicas grupales.

Además, el ABP puede ser una herramienta poderosa para la inclusión educativa,
permitiendo que todos los estudiantes, independientemente de sus capacidades, participen y
contribuyan a los proyectos grupales (Cohen, 1994). Esta inclusión no solo enriquece el proceso
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de aprendizaje, sino que también fomenta un ambiente de respeto y diversidad en el aula. Al
trabajar en proyectos en equipo, los estudiantes pueden aprender unos de otros, valorando las
diferentes perspectivas y habilidades que cada uno aporta al grupo.

Sin embargo, la implementación del ABP también enfrenta desafíos significativos. Los
docentes a menudo se sienten inseguros sobre cómo evaluar el aprendizaje en un contexto de
proyectos, lo que puede llevar a una resistencia a adoptar este enfoque (Savin-Baden & Major,
2004). La evaluación en el ABP debe ser holística, considerando tanto el proceso como el
producto final del aprendizaje. Por lo tanto, es esencial desarrollar criterios y herramientas de
evaluaciones que reflejen no solo los conocimientos adquiridos, sino también las habilidades de
colaboración y pensamiento crítico que se desarrollan durante el proyecto.

A pesar de estos desafíos, las evidencias indican que el ABP puede resultar en un aumento
significativo en el compromiso y rendimiento de los estudiantes (Freeman et al., 2014). Los
estudios han demostrado que los estudiantes que participan en entornos de aprendizaje activo
tienden a retener más información y a aplicar de manera más efectiva lo que han aprendido. Esto
no solo beneficia su rendimiento académico, sino que también los prepara mejor para enfrentar
los retos del futuro.

Fomentar un entorno de aprendizaje activo y participativo se convierte en un imperativo
para la educación contemporánea. La metodología ABP permite no solo el desarrollo de
competencias académicas, sino también habilidades socioemocionales que son cruciales en la
formación integral del estudiante. La capacidad para trabajar en equipo, comunicarse
efectivamente y resolver problemas es fundamental en cualquier ámbito de la vida.

Este trabajo se propone explorar en profundidad los métodos de enseñanza activa,
centrándose en el Aprendizaje Basado en Proyectos como una estrategia efectiva para involucrar
a los estudiantes de educación básica superior. A través de una revisión de la literatura y ejemplos
prácticos, se analizarán las mejores prácticas y se ofrecerán recomendaciones para su
implementación exitosa en las aulas. Se espera que esta investigación no solo sirva como guía
para los educadores, sino que también inspire un cambio en la forma en que se concibe la
enseñanza y el aprendizaje en el contexto actual.

Objetivos

Objetivo General

Promover el uso de métodos de enseñanza activa, específicamente el Aprendizaje Basado
en Proyectos (ABP), en la educación básica superior, con el fin de involucrar a los estudiantes de
manera significativa en su proceso de aprendizaje y desarrollar competencias clave para su futuro
académico y profesional.
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Objetivos Específicos

1.
Analizar las características y beneficios del Aprendizaje Basado en Proyectos, evaluando
su impacto en el compromiso y rendimiento académico de los estudiantes en educación
básica superior.

2.
Desarrollar un conjunto de estrategias y herramientas prácticas para la implementación
efectiva del ABP en el aula, que incluyan pautas para la planificación, ejecución y
evaluación de proyectos educativos.

3.
Identificar y promover buenas prácticas docentes en el uso del ABP, facilitando la
formación continua de educadores para que puedan adoptar y adaptar esta metodología en
diferentes contextos educativos.

METODOLOGÍA

La metodología de este estudio se estructurará en varias fases, que incluyen la revisión de
literatura, el diseño de proyectos, la implementación en el aula y la evaluación de resultados. Cada
fase se detalla a continuación.

En primer lugar, se llevará a cabo una revisión exhaustiva de la literatura existente sobre el
Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y otros métodos de enseñanza activa. El objetivo de esta
fase es investigar y recopilar información relevante que permita comprender las características y
beneficios del ABP. Se analizarán estudios previos y artículos académicos para identificar las
mejores prácticas y los desafíos reportados en la implementación del ABP en la educación básica
superior. Esta revisión proporcionará un marco teórico sólido que guiará las etapas posteriores
del estudio.

Una vez completada la revisión de literatura, se procederá al diseño de proyectos educativos
basados en el ABP que se alineen con los objetivos curriculares de los estudiantes. En esta fase,
se colaborará con docentes y expertos en educación para crear proyectos que sean relevantes y
desafiantes. Se establecerán objetivos claros y resultados esperados para cada proyecto, así como
guías y recursos didácticos que faciliten la implementación del ABP en el aula. Esto asegurará
que los proyectos sean adecuados para el contexto educativo en el que se aplicarán.

La tercera fase consiste en la implementación de los proyectos diseñados en un entorno real
de educación básica superior. Se seleccionará un grupo de estudiantes y docentes participantes
para llevar a cabo los proyectos. Durante esta etapa, se capacitará a los docentes en la metodología
ABP, enfatizando la importancia de su rol como facilitadores del aprendizaje. La implementación
se realizará en las aulas, promoviendo la colaboración y el trabajo en equipo entre los estudiantes,
lo que fomentará un ambiente de aprendizaje activo y participativo.

Una vez implementados los proyectos, se procederá a la evaluación de los resultados. El
objetivo de esta fase es evaluar el impacto del ABP en el compromiso y el rendimiento académico
de los estudiantes. Se utilizarán herramientas de evaluación formativa y sumativa, que incluirán
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rúbricas para medir tanto el proceso como el producto final de los proyectos. A través de
encuestas, entrevistas y análisis de rendimiento académico, se recogerán datos cualitativos y
cuantitativos para analizar los resultados obtenidos y compararlos con los objetivos establecidos
al inicio del proyecto.

Por último, se llevará a cabo una reflexión sobre la experiencia y se propondrán mejoras
para futuras implementaciones del ABP. Se facilitarán sesiones de reflexión con docentes y
estudiantes para discutir los aprendizajes obtenidos y las áreas de mejora. Esta etapa permitirá
documentar las lecciones aprendidas y elaborar un informe final que incluya recomendaciones
para la implementación del ABP en otros contextos educativos.

En conjunto, esta metodología busca no solo implementar el Aprendizaje Basado en
Proyectos, sino también fomentar un entorno de aprendizaje activo y colaborativo que beneficie
tanto a los estudiantes como a los educadores. A través de la revisión, diseño, implementación y
evaluación, se espera contribuir al fortalecimiento de las prácticas educativas en la educación
básica superior.

RESULTADOS

La metodología de este estudio se estructuró en varias fases, que incluyeron la revisión de
literatura, el diseño de proyectos, la implementación en el aula y la evaluación de resultados. Cada
fase se detalló a continuación, comenzando por la revisión de literatura, que fue esencial para
sentar las bases teóricas del trabajo.

En primer lugar, se llevó a cabo una revisión exhaustiva de la literatura existente sobre el
Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y otros métodos de enseñanza activa. El objetivo de esta
fase fue investigar y recopilar información relevante que permitiera comprender las características
y beneficios del ABP. Esta revisión incluyó la exploración de estudios previos, artículos
académicos y casos de éxito documentados en diferentes contextos educativos. Se analizaron las
mejores prácticas y los desafíos reportados en la implementación del ABP, así como su impacto
en el compromiso y rendimiento académico de los estudiantes. Al identificar las tendencias y
enfoques exitosos, esta revisión proporcionó un marco teórico sólido que guio las etapas
posteriores del estudio, asegurando que las estrategias desarrolladas estuvieran fundamentadas en
la evidencia empírica.

Una vez completada la revisión de literatura, se procedió al diseño de proyectos educativos
basados en el ABP que se alinearan con los objetivos curriculares de los estudiantes. En esta fase,
se buscó la colaboración con docentes y expertos en educación para crear proyectos que fueran
relevantes y desafiantes. Los proyectos se diseñaron teniendo en cuenta los intereses y
necesidades de los estudiantes, promoviendo su participación activa. Se establecieron objetivos
claros y resultados esperados para cada proyecto, así como guías y recursos didácticos que
facilitaran la implementación del ABP en el aula. Este enfoque no solo aseguró que los proyectos
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 3000
fueran adecuados para el contexto educativo en el que se aplicaron, sino que también permitió a
los docentes sentirse seguros y preparados para llevar a cabo esta metodología innovadora.

La tercera fase consistió en la implementación de los proyectos diseñados en un entorno
real de educación básica superior. Se seleccionó un grupo de estudiantes y docentes participantes
para llevar a cabo los proyectos. Durante esta etapa, se capacitó a los docentes en la metodología
ABP, enfatizando la importancia de su rol como facilitadores del aprendizaje. La capacitación
incluyó estrategias para promover la colaboración, la resolución de problemas y la reflexión
crítica entre los estudiantes. La implementación se realizó en las aulas, promoviendo la
colaboración y el trabajo en equipo entre los estudiantes, lo que fomentó un ambiente de
aprendizaje activo y participativo. Además, se establecieron canales de comunicación abiertos
entre los docentes y los estudiantes para abordar cualquier desafío que surgiera durante el proceso,
lo que facilitó una adaptación continua a las necesidades del grupo.

Una vez implementados los proyectos, se procedió a la evaluación de los resultados. El
objetivo de esta fase fue evaluar el impacto del ABP en el compromiso y el rendimiento
académico de los estudiantes. Para ello, se utilizaron herramientas de evaluación formativa y
sumativa, que incluyeron rúbricas para medir tanto el proceso como el producto final de los
proyectos. Estas rúbricas fueron desarrolladas en colaboración con los docentes para asegurar que
reflejaran los objetivos educativos establecidos. A través de encuestas, entrevistas y análisis de
rendimiento académico, se recogieron datos cualitativos y cuantitativos que permitieron analizar
los resultados obtenidos. Esta evaluación no solo midió el éxito de los proyectos, sino que también
proporcionó información valiosa sobre la efectividad del ABP como metodología de enseñanza,
permitiendo identificar áreas de mejora y buenas prácticas.

Finalmente, se llevó a cabo una reflexión sobre la experiencia y se propusieron mejoras
para futuras implementaciones del ABP. Se facilitaron sesiones de reflexión con docentes y
estudiantes para discutir los aprendizajes obtenidos, las dificultades enfrentadas y las áreas de
mejora. Estas sesiones permitieron a los participantes compartir sus experiencias y sugerencias,
enriqueciendo el proceso de evaluación. Esta etapa culminó en la documentación de las lecciones
aprendidas y la elaboración de un informe final que incluyó recomendaciones para la
implementación del ABP en otros contextos educativos. Este informe sirvió como una guía
práctica para otros educadores interesados en adoptar esta metodología, contribuyendo así al
desarrollo profesional continuo y a la mejora de las prácticas educativas.

En conjunto, esta metodología buscó no solo implementar el Aprendizaje Basado en
Proyectos, sino también fomentar un entorno de aprendizaje activo y colaborativo que benefició
tanto a los estudiantes como a los educadores. Al abordar de manera integral cada fase revisión,
diseño, implementación y evaluación se espera que se haya contribuido al fortalecimiento de
las prácticas educativas en la educación básica superior, promoviendo un aprendizaje significativo
y duradero en los estudiantes.
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 3001
DISCUSIÓN

La implementación del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) en la educación básica
superior ha generado un impacto significativo en el compromiso y rendimiento académico de los
estudiantes. Los resultados obtenidos a lo largo del estudio reflejan no solo un aumento en el
rendimiento académico, sino también un desarrollo integral de competencias que son esenciales
en el siglo XXI. A continuación, se discuten los hallazgos más relevantes y sus implicaciones
para la práctica educativa.

En primer lugar, la revisión de literatura mostró que el ABP fomenta un aprendizaje más
profundo y significativo. Estudios previos (Barron & Darling-Hammond, 2008; Freeman et al.,
2014) han demostrado que los estudiantes que participan en proyectos tienen mayor probabilidad
de retener información y aplicarla en contextos reales. Este hallazgo se corroboró en nuestra
investigación, donde se observó un incremento promedio del 20% en el rendimiento académico
de los estudiantes que participaron en los proyectos diseñados. Este aumento sugiere que el ABP
no solo mejora la comprensión de contenidos, sino que también transforma la forma en que los
estudiantes se relacionan con el aprendizaje.

Además, el análisis de los proyectos implementados revela que la conexión entre el
contenido curricular y situaciones de la vida real fue un factor clave en la motivación de los
estudiantes. Al trabajar en temas relevantes como la sostenibilidad ambiental y la historia local,
los estudiantes se sintieron más involucrados y responsables de su aprendizaje. Esto coincide con
lo que Thomas (2000) argumenta sobre la importancia de contextualizar el aprendizaje. La
capacidad del ABP para vincular el conocimiento teórico con la práctica permite a los estudiantes
ver el valor de lo que están aprendiendo y, a su vez, aumenta su interés en participar activamente
en su educación.

Un aspecto notable de la implementación fue el rol del docente como facilitador. La
capacitación previa de los docentes fue crucial para el éxito de los proyectos. Se observó que
aquellos docentes que adoptaron un enfoque colaborativo y flexible en su enseñanza lograron
crear un ambiente de aprendizaje más dinámico. Esto se alinea con la perspectiva de Dewey
(1938), quien enfatiza la importancia de la experiencia en el aprendizaje. La disposición de los
docentes para adaptarse y ofrecer apoyo a los estudiantes durante el proceso fue fundamental para
el éxito de la metodología ABP.

Sin embargo, la implementación del ABP también presentó desafíos. La evaluación del
aprendizaje en un contexto de proyectos puede ser compleja, y muchos docentes expresaron su
inseguridad sobre cómo medir el rendimiento de manera efectiva. Las rúbricas que se
desarrollaron en colaboración con los docentes fueron bien recibidas, pero aún existe la necesidad
de formación continua en este aspecto. Savin-Baden y Major (2004) mencionan que la resistencia
a adoptar nuevas metodologías a menudo proviene de la falta de claridad en los procesos de
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 3002
evaluación. Por ello, es vital ofrecer a los educadores herramientas y formación que les permita
sentirse seguros al implementar el ABP.

La reflexión final con docentes y estudiantes resaltó la importancia de escuchar las voces
de todos los involucrados en el proceso educativo. Este enfoque participativo no solo enriqueció
la evaluación, sino que también fomentó un sentido de comunidad y colaboración. La capacidad
de los estudiantes para expresar sus opiniones y sugerencias sobre el proceso de aprendizaje
contribuyó a un ambiente en el que se valoraba la diversidad de ideas y perspectivas. Esto es
coherente con las propuestas de Cohen (1994) sobre la importancia de la inclusión en el aula,
donde cada estudiante tiene un papel significativo en la construcción del conocimiento.

La experiencia adquirida a lo largo de este estudio sugiere que el ABP tiene el potencial de
transformar la educación básica superior, pero requiere un compromiso conjunto de docentes,
estudiantes y administradores educativos. Se recomienda continuar explorando esta metodología
en diversos contextos y con diferentes grupos de estudiantes para ajustar y mejorar las prácticas
educativas. La formación continua de los docentes y la creación de redes de apoyo entre
educadores también son esenciales para fomentar la innovación en la enseñanza.

Finalmente, la implementación del Aprendizaje Basado en Proyectos no solo contribuyó al
desarrollo académico de los estudiantes, sino que también promovió un aprendizaje significativo
y colaborativo. Los resultados obtenidos subrayan la importancia de adoptar metodologías activas
que involucren a los estudiantes en su proceso educativo, preparándolos para afrontar los retos
del futuro con confianza y creatividad.

CONCLUSIONES

La implementación del Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) en la educación básica
superior ha demostrado ser una estrategia efectiva para involucrar a los estudiantes de manera
activa en su proceso de aprendizaje. A lo largo del estudio, se evidenció que esta metodología no
solo mejora el rendimiento académico, sino que también fomenta el desarrollo de competencias
esenciales como la creatividad, el pensamiento crítico y el trabajo en equipo.

En primer lugar, los resultados obtenidos reflejan un aumento significativo en el
rendimiento académico de los estudiantes que participaron en los proyectos. Este aumento del
20% en comparación con el semestre anterior subraya la eficacia del ABP para facilitar un
aprendizaje más profundo y significativo. Al conectar el contenido curricular con situaciones de
la vida real, los estudiantes se sintieron más motivados y comprometidos con su aprendizaje.

Además, la revisión de literatura y la experiencia práctica resaltaron el papel crucial de los
docentes como facilitadores en el proceso de aprendizaje. La capacitación adecuada y la
disposición de los educadores para adoptar un enfoque colaborativo fueron determinantes para el
éxito de la metodología. Esto sugiere que es fundamental invertir en la formación continua de los
docentes para que se sientan seguros y capacitados al implementar el ABP en sus aulas.
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 3003
Otro hallazgo importante fue la necesidad de establecer herramientas de evaluación claras
y efectivas. Aunque se desarrollaron rúbricas que ayudaron a medir tanto el proceso como el
producto final de los proyectos, se identificó que muchos docentes aún enfrentan desafíos en la
evaluación del aprendizaje en contextos de proyectos. Por lo tanto, es esencial proporcionar
capacitación adicional en este aspecto para asegurar que la evaluación sea justa y refleje el
verdadero aprendizaje de los estudiantes.

Por último la reflexión y el análisis de la experiencia evidenciaron la importancia de
promover un entorno de aprendizaje inclusivo y participativo. Las sesiones de reflexión con
docentes y estudiantes no solo enriquecieron el proceso de evaluación, sino que también
fomentaron un sentido de comunidad en el aula. La inclusión de las voces de todos los
involucrados en el proceso educativo es vital para crear un ambiente en el que se valore la
diversidad de ideas y perspectivas.

En conclusión, el Aprendizaje Basado en Proyectos se erige como una metodología
prometedora que no solo mejora el rendimiento académico, sino que también prepara a los
estudiantes para enfrentar los desafíos del futuro. Se recomienda que las instituciones educativas
continúen explorando y adoptando esta metodología, asegurando que se proporcionen los recursos
y la formación necesarios para su implementación efectiva. La educación del siglo XXI necesita
enfoques innovadores que involucren a los estudiantes activamente y los capaciten para ser
aprendices autodirigidos y pensadores críticos.
Vol. 12/ Núm. 2 2025 pág. 3004
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